¿A caso estás sorda? ¿GAES, te lo repito?
[JARED]
Había sobrevivido a la clase de Dibujo de puro milagro, estaba agotado y todo había sido porque en la cama no había parado de dar vueltas, después del recital de mi hermana no llegamos tarde a casa, pero fue meterme en la cama y darle vueltas a todo ¿De verdad me planteé por un segundo besar a Raven Cooper? Creo que estoy bastante desesperado últimamente.
Cuando me senté en la mesa del comedor les pillé en medio de una conversación.
—Es que simplemente me parece ridículo, una forma de competición entre mujeres para ver quién es más guapa y más popular y por la cual babean más chicos —Raven hablaba dando sus argumentos mientras movía su tenedor de un lado a otro—.
—¿De qué habláis? —pregunté mientras colocaba bien mi bandeja delante mío—.
—De qué ya se han empezado a postular para las reinas del baile de nuestra promoción —me contestó David mientras se reía y arqueaba sus cejas, instantáneamente recordé algo—.
—No hijo de puta, no, no lo voy a hacer —sabía que él se acordaba lo sabía muy bien—.
—Oh, claro que sí, perdiste la apuesta —dijo Juls saliendo en su defensa mientras Naly simplemente asentía dándoles la razón—.
—Dime que de pequeños hicisteis una apuesta y Jared la perdió y tiene que prestarse a rey —y Raven simplemente había acertado como si hubiera estado en nuestro grupo toda la vida—.
—Si, pero ahora solo lo acepto si tú te presentas a reina —ni si quiera sabía porque había dicho eso, solo pretendía buscar excusas para no hacerlo—.
—Oh, ni lo sueñes Adams, como he dicho me parece algo súper horrible, por lo menos en el apartado reina, en lo de chicos es más fácil, os presentáis como una coña y os la suda ganar o perder. Venga, contadme porque perdió —tras hablarme a mí se dirigió a mis amigos—.
—Jared dijo que ni de coña yo iba a sacar un 10 en el examen de matemáticas, que si lo hacía se presentaba a rey del baile en nuestro último año y bueno, lo saqué —puse los ojos en blanco mientras David contaba aquella historia—.
Iba a quejarme de nuevo, pero de la nada escuché como alguien llamaba nuestra atención y todo el mundo nos giramos hacia ahí.
Estaba Kim subida en una de las mesas del comedor, su pelo caía por sus hombros, estaba muy guapa, pero no llegaba a comprender que hacía.
—Muy buenas a todos, queridos compañeros y estudiantes de último curso, como es obvio, todos me conoceréis soy Kimberly Ambrossi y me he postulado para ser la reina del baile de nuestra promoción —y ahí estaba, ya sabíamos porque estaba subida en esa mesa—. No solo he llamado vuestra atención para que sepáis que me podéis votar, que es lo que deberíais hacer, también quiero que me tengáis en cuenta el resto de chicas que se quieren presentar —una risita cínica se escapó de entre sus rojizos labios—.
—Ridícula —la propia Raven se dio cuenta de que había hablado muy alto cuando se tapó la boca—.
—¿Qué Cooper? ¿Qué me has llamado? O igual te estabas mirando en el reflejo de la cuchara —no solo la mirada de Kimberly estaba fijada en ella y nuestra mesa, también la de todo el comedor—.
—¿A caso estás sorda? ¿GAES, te lo repito? Que me pareces ridícula Kimberly —mi mirada fue atónita hacia Raven, pensaba que agacharía la cabeza, pero no, es Raven—. Podría aprovechar esto para dar un buen mensaje, al fin y al cabo, vas a tener un alto poder mediático en el instituto y simplemente lo usas para alzarte y pisotear a otra gente, eso es lo que me parece ridículo, como el hecho de que te hayas subido a una mesa, bájate de ahí y replantéate tu personalidad, te vendrá bien si me quieres ganar —¿Si me quieres ganar? ¿Se va a presentar? Está simplemente loca—.