Ella es "EL MACHO"
[RAVEN]
Cerré la taquilla, ahora tenía clase de biología y no llegaba tarde a si que podía ir con calma. Menos mal que no tenía prisa porque a escasos centímetros el cuerpo de un chico me interceptó, levanté la cabeza y vi a un rubio cuyos ojos azules me miraban atentamente, sabía quién era, como para no hacerlo, un chico así nunca pasa desapercibido eso está claro, le había visto muchísimas veces en el instituto, pero donde más le ubico es en el grupo de gente cercana a Jared Adams.
—¡Hey Raven! —Juls se apoyó en una taquilla frente a mí, cortándome el paso como si fuera a salir corriendo, eso no me daba mucha confianza—.
—Ehm, hola Juls ¿Pasa algo? —me la jugué, no sabía si se llamaba así, exacto, vivo sin saberme el nombre de la mayoría de la gente, pero cruzaba los dedos por que fuera así—.
—No, claro que no, solo me venía a asegurar de que había oído hablar de mi fiesta de este viernes, quiero que vengas, bueno tu y todos los alumnos de último curso —se cruzó de brazos y en sus labios se dibujó media sonrisa—.
—Oh, no, no había oído hablar de tu fiesta, pero no creo que vaya, lo siento, después de la última he decidido tomarme un tiempo de ese mundo, pero gracias de todas formas —le dediqué una tímida sonrisa, se que ambos sabíamos que me había pasado en la última con David Andrews—.
—Bueno, pero te paso la dirección por si acaso ¿Te renta? —ya había sacado su teléfono del bolsillo y me miraba directamente a los ojos ¿A caso quería mi número?—.
A ver, no me molestaba la posibilidad de que Juls Moore estuviera ligando conmigo y eso era lo que me hacía desconfiar aún más de la situación, al final más dudosa que otra cosa se lo terminé dando y él con otra de esas sonrisas, que no soportaba cuando hacía mi hermano, me prometió que cuando estuviera en casa me mandaba la dirección. Ahora ya si me puse en camino a la clase de biología, aunque ya no tenía esos minutos de sobra, pero lo que si tenía era una extraña sensación en el cuerpo, no sabía si era porque me olía bastante mal esa charla con Juls o porque no me veía venir nada bueno de esa fiesta.
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—A ver que me aclaré Raven ¿El macizo de Juls ha ido el mismo a invitarte a su fiesta? ¡Chica estás que te sales! A este paso te ligas a todos los jugadores del equipo de lacrosse, te veo hasta con Jared—la reacción de Kaylee había sido de lo más graciosa, había pasado de no ponerle cara cuando hablaba de un tal Juls a emparejarme rápido con él—.
Porque si pensáis que yo soy mala con los nombres es que no conocéis a Kaylee, ya podría haber sido Juls su primo que habría tardado años en ponerle cara, después de decirle millones de situaciones donde ha podido verle he tenido que enseñarle una foto y por si fuera poco se ha dado cuenta de que es el chico que tiene sentado en el asiento de atrás en anatomía.
—Oh claro que no, antes me caso con el imbécil de David que estar a menos de dos centímetros de Jared —puse los ojos en blanco con solo pensar en intercambiar mi saliva con él—.
—Exagerada, seguro que con el historial que tiene besa como lo ángeles —fingí una arcada la cual hizo que Kay se riera aun más, como quería a esta chica—.
—¿Quién besa como los ángeles? —reconocí rápido esa voz, como no hacerlo, salté rápido del banco en el que estábamos sentadas Kay y yo y me giré hacía el propietario de esa voz, ahí estaba, mi chico favorito—.
—¡Cassy! Dios, estas aquí —me lancé a sus brazos, no me lo podía creer, tenía delante a mi mejor amigo, me separé lentamente de su gran abrazo y aparte uno de sus mechones largos de pelo blanco de la cara dejando ver sus preciosos ojos, no era comunes, es más, no se los había visto a nadie a parte de a él, Castiel tenía heterocromía, lo que quiere decir que sus ojos son uno de color marrón y el otro azul—.
Kaylee se acercó a donde estaba y tras abrazarle de vuelta se quedó mirándole, sus ojos estaban cristalizados, si no conociera tanto a Kay juraría que iba a llorar, pero en todos nuestros años de amistad solo un par de veces le había visto hacerlo, ella es EL MACHO con su metro sesenta y sus cuarenta kilos de peso.
—¿Cómo está tu abuela? —Kay si puso de puntillas y revolvió su pelo con una gran sonrisa. Castiel llevaba todo el verano en Texas, en la granja de sus abuelos, su abuela llevaba enferma una temporada y ambas pensábamos que iba a tardar muchísimo más en volver al instituto—.
—Ah bueno, vuelve a estar tan perfecta como siempre, solo ha sido un susto —Castiel no pudo evitar el gesto de la morena y le despeino completamente—.
Ambos se sonreían, se miraban como si llevaran siglos sin verse, aunque solo hubieran pasado unos meses, si algún día asumieran que están coladísimos del otro, que fácil sería todo.
—¿Molesto mucho? —cuando les interrumpí ambos sacudieron la cabeza como si estuvieran expulsando los miles de pensamientos que les rondaban—.
—Para nada Ravs, pero volviendo en lo que me había quedado yo ¿Quién besa como los ángeles? ¿Seguimos hablando del amor de verano de R? —Castiel me pasó el brazo por los hombros y yo fruncí el ceño cuando me di cuenta de que hablaba de David—.
—Oh, claro que no, Kay decía que Jared besa como los ángeles —sabía que no era exactamente lo que había dicho ella, pero era obvio que iba a molestar a ambos y justo cuando Kaylee iba a contradecirme Castiel se le adelanta—.
—¿¡QUÉ!? Uno, ¿Ha vuelto Jared? Dos, ¿Te has liado con Jared? —se dirigía directamente a Kay y en sus ojos se reflejaba una mota de dolor—.
—Claro que no, la historia de esa frase es más larga de lo que crees y Raven ha cambiado completamente mis palabras —dijo Kaylee mientras se volvía a sentar sobre el respaldo del banco en el que estaba antes, dejando un sitio para que nos sentemos nosotros—.
Entre Kaylee y yo le explicamos todo lo que había ocurrido los días anteriores, no nos olvidamos ni de un mínimo detalle e incluso a mi pesar volvimos a hablar del tema David, pero ahora sentada entre mis dos mejores amigos me di cuenta de que el último año en el instituto no había empezado muy bien, pero ahora todo empezaba a entrar en calma y estaba eufórica de que todo regresara a mi zona de confort
—Bueno, entonces vamos a ir a la fiesta de Juls ¿No? —Castiel lo acababa de proponer y me disponía a negar cuando Kaylee dijo que si sin negarlo—.
Y con esto me daba cuenta de que la calma me había durado demasiado poco.