CAPÍTULO 29

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Miraba su celular con nerviosismo, pensando una y otra vez en cómo hacerlo.

Había optado por ir a las gradas de la cancha en la que había menos personas. Se encontraban algunos chicos en ella, pero estaban muy lejos.

Y ahí estaba él. Sentado, con el celular en mano y sin poder hacer esa llamada.

Tendría que esperar a June por lo menos media hora, así que se propuso aprovechar el tiempo y llamar a su madre. Pero desde que sacó el móvil de su bolsillo, no pudo hacerlo.

Había pasado un mes desde que comenzó su relación con el chico, desde entonces había hablado con su mamá algunas veces, pero en ninguna fue capaz de mencionar algo al respecto.

Era algo que no podía esperar por mucho tiempo, pero, ¿Cómo se supone que se lo diría? Consideraba que comentarlo por teléfono no era buena idea, pero tal vez podría hacer algo.

Por otra parte, June no lo había presionado para hacerlo. Desde el inicio le hizo saber que esperaría lo necesario, y así estaba siendo.

Volteó a ver la pequeña caja blanca que tenía a su lado y sonrió. La tomó y la colocó sobre sus piernas, abriéndola sólo para ver su contenido de nuevo.


Ese mes había pasado demasiado rápido, sus días a lado del chico eran lo mejor que le estaba pasando. Cada instante con él era simplemente perfecto.

Le gustaba esa sensación dentro de él, eso que lo hacía sentirse más vivo. El tener a una persona especial. La cual fuera el motivo de su felicidad, por la cual disfrutara tanto y por la que quisiera mejorar cada día.

Recordó el día en el aeropuerto. El día en el que se lo había dicho.




FLASHBACK

El menor lo veía fijamente y una sonrisa comenzó a dibujarse en su rostro en cuanto escuchó aquellas palabras. Eso hizo que se relajara y no pensara en si había sido demasiado precipitado.

Las manos del chico pasaron esta vez de su cintura hasta su rostro, sosteniéndolo delicadamente mientras acariciaba sus mejillas.

-Jinani – lo miró con ternura - yo también te amo


No hubo tiempo para contestar puesto que el otro se apresuró a juntar sus labios, envolviéndolo entre sus brazos.

El beso no fue como los de unos minutos atrás, fue más que eso.

Este fue más largo, pero no con la misma intención con la que jugaban en otras ocasiones. Esas ocasiones en las que eran un poco más subidos de tono y que intentaban incitar al otro juguetonamente.

Ese beso era más para demostrarse uno al otro que lo que acababan de decirse, era cierto. Que se amaban. Y con este no cabía la menor duda.

Podía sentir esa sensación electrizante recorrer todo su cuerpo cada vez que los labios del contrario se movían a la par de los suyos.

Sentía también la dulzura con la que trataba sus labios, dejándole saber cuánto deseaba estos, pero al mismo tiempo siendo tan atento con él. Provocando que su corazón se acelerara, como sólo él sabía hacer.

-Así que... ¿me amas? - preguntó el más alto con una sonrisa cuando separaron sus rostros

-Totalmente – sonrió y dejó otro beso en sus labios

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