CAPÍTULO 31

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Tomó un respiro justo antes de presionar el timbre y regresar la vista a su novio, quien se encontraba a su lado, esperando con el mismo nerviosismo a que la puerta se abriera.

Para su buena suerte, la voz que escuchó al otro lado justo antes de que pudiera ver al interior de la casa, era de su hermana. En cuanto la chica abrió la puerta lo abrazó y luego al más alto.

-¡Hola! Por fin llegan – dijo alegremente – pasen, chicos

-Oh, estas son para ti – dijo el menor extendiéndole uno de los ramos de flores

-Gracias cuñado - sonrió - ¿Cómo estuvo su viaje?

-Estuvo bien, ¿no? - dijo al otro mientras entraban

-Eso creo, dormí la mayor parte del vuelo - rió

-Me alegro de que haya ido bien- sonrió - dejen eso por aquí - señaló sus maletas - después pueden subir a la habitación


Le hicieron caso a la joven, y una vez que estuvieron junto a la sala, dejaron las maletas a un lado.

Se sentía tan bien por estar ahí, dejando de lado lo nervioso que estaba.

Su casa no era lujosa, era grande, pero nunca estuvo rodeado de lujos innecesarios. Sus padres nunca fueron personas a las que les gustara mal gastar el dinero, por lo que se habían encargado de inculcarles lo mismo. Aunque algunas ocasiones se permitían darse ciertos gustos, siempre fueron personas sencillas. Y eso se reflejaba en su hogar.

-Tu casa es muy linda – dijo el menor - me gusta su estilo

-Gracias – contestó con una sonrisa  

-¡Sei! ¿Llegó tu hermano?


Escuchó la voz de su mamá, quien seguramente debía estar en el patio trasero ya que se oía lejos.

Por un momento, los tres se miraron entre sí luego de escuchar la voz de la mujer. Para ser sincero, con su mamá siempre se sentía un poco más tranquilo que con su padre.

Dejó de pensar en eso y comenzó a caminar hacia adelante, dejando a los otros dos atrás. Se encontró con su mamá inmediatamente, quien efectivamente entraba del patio trasero.

Las personas ahí presentes sabían lo sentimental que era, así que no tuvo problema en abalanzarse sobre los brazos de su madre, una vez que estuvo frente a ella.

Podía sentir que estaba exagerando, pero también sabía que para nadie era fácil estar lejos de su madre. Había pasado de verla poco tiempo debido a su trabajo, hasta no verla ni un solo día. Así que tenía todo el derecho de sentirse así.

Su mamá lo abrazó fuertemente mientras reía un poco debido a su reacción, pero notó en ella la misma felicidad.

-Oh, pequeño, te extrañé - dijo cuando se separaron

-Y yo a ti mamá - sonrió - demasiado

-Me alegro de que estés aquí... de que estén - corrigió cuando vió a June detrás de él

-Oh, ven. Debo presentarlos


Atrajo a su mamá hasta donde estaban los otros. También se veía algo incómoda, y veía a June atentamente hasta que finalmente los presentó.

-Mamá, él es mi novio, June. - habló nervioso – June, ella es mi madre


Miró a su madre y luego a June, ninguno de los dos hablaba aún. Vió a su hermana quien le devolvió una sonrisa, que supuso esperaba ayudarle. Iba a comenzar a entrar en pánico si ninguno pronunciaba algo, pero afortunadamente el chico fue el primero en soltar las palabras.

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