CAPÍTULO 1

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Miró la hora en su celular, eran las 6:45, se había cansado de estar sentado así que se paró y se recargó en la pared a su derecha. Se quitó los audífonos y los guardó en el bolsillo de su pantalón. Justo cuando hacía esto, escuchó a alguien llamarlo.

-¡Jinhwan!

Era Hanbin, llegó corriendo hasta pararse junto a él, esperó unos segundos para tomar aire y luego finalmente saludarlo y darle un gran abrazo.

-Jinani, perdón por el retraso, pensé que ya no llegaba, el tráfico estaba horrible y ...

- ¿Tráfico? ¿Entonces por qué vienes corriendo? - Lo miró algo confundido

-Como ví que el taxi no avanzaba...me bajé dos cuadras atrás para correr y no tardar más

-Oh, ya veo...No hay problema- Sonrío y tomó su maleta- ¿Nos vamos? -

-Claro, ¿Te ayudo con eso? - Señaló la gran maleta.

-No es necesario, realmente no pesa mucho


Comenzaron a caminar hasta la avenida, el viento seguía siendo fuerte y él ya quería llegar a dormir, pero no quería apresurar a su amigo, sobre todo después de lo que había pasado para llegar ahí. Lo miró, había cambiado bastante desde la última vez que lo vió, se veía bien físicamente, incluso ahora se teñía el cabello.

Hanbin era un poco más alto que él, también era delgado, pero podía notarse que hacía ejercicio, su piel también era de un tono claro y su cabello de un tono oscuro en la parte inferior y rubio en la superior.

-Hace tres años que no nos vemos Binnie, te ves diferente

- ¿Tú crees? - sonrío- Bueno, ahora me cuido un poco más y hago este tipo de cosas - Tomó un mechón de su cabello rubio – Creo que ha sido parte de vivir aquí, me ayudó a soltarme y a atreverme a varias cosas...espero que tenga el mismo efecto en ti.

- ¿Me estás diciendo aguafiestas o algo por el estilo? - Fingió indignación

-No exactamente, sólo digo que sigues siendo algo aburrido - Rió

-Por eso es que he venido, creo que necesito un respiro y algo de ayuda

- ¿Te molesta si pregunto qué fue lo que te hizo tomar esa decisión? - Le señaló el camino mientras el otro comenzaba a hablar

-Bueno, digamos que he pasado por varias situaciones de las cuales me gustaría olvidarme

-Mmm...¿Situaciones? ¿Podrían ser amorosas? 

-Desafortunadamente no tengo mucha suerte en el amor, pero gracias por creer que pudo ser eso

Ambos rieron mientras seguían caminando, se acercaban a una avenida muy iluminada. Del lado en que iban se encontraban varios locales de comida y al parecer uno que otro bar.

-Entonces, viniste para olvidarte de esas cosas y para empezar de nuevo, ¿cierto?

-Exacto. Y claro, para verte

-Mentiroso

-Es cierto, te extrañaba, eres mi mejor amigo. Te agradezco mucho el que dejes que me quede contigo por un tiempo

-Puedes quedarte todo el tiempo que quieras. Aunque me veas cambiado, sigo siendo tranquilo, ¿sabes? - Jinhwan rió sarcásticamente - ¡Aunque no lo creas! A veces me hace falta compañía cuando estoy solo en casa, además sabes muy bien que eres bienvenido y te ayudaré en lo que pueda

-Aww, en serio te quiero - Apachurró la mejilla del otro hasta dejarla roja

-¡Hey! No soy tu hermano menor. Enano...

-No me digas enano. Y, por cierto, ¿a dónde vamos? No veo muchos edificios por aquí

-Quiero presentarte a alguien muy importante, y será quien nos lleve

- ¿Alguien importante? -Lo miró con los ojos entornados pero divertido- ¿Tu pareja?

- ¿No puedes esperar a que te explique quién es? - El chico miró en dirección a un local

-Lo es, ¿verdad? - picó sus costillas

-Te odio enano



Se dirigieron hasta un local, al parecer un café. Se veía algo elegante, tenía un estilo que le gustaba, también estaba algo lleno, pero Hanbin saludó a lo lejos a alguien a quien no distinguió Jinhwan, así que entraron. Tremendo error.

Hanbin entró primero, el otro tardó un poco ya que había un escalón y su maleta no era muy fácil de alzar. Le pidió ayuda a su amigo, pero al parecer no lo escuchó. Hizo demasiada fuerza al tratar de subir ésta, así que cuando por fin lo logró (después de varios intentos) fue tanto el esfuerzo que terminó yéndose hacia atrás. La maleta terminó justo a medio camino y él chocó con alguien para luego terminar en el suelo. Sintió un líquido frío recorrer su espalda, volteó hacia arriba y vió a un chico mirarlo muy sonriente, que por suerte al final le tendió su mano. 

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