Trust Love

CAPÍTULO 34

Su respiración era acelerada. Tal vez no era mucho el tiempo que llevaban, pero necesitaba descansar un poco o terminaría colapsando.

Sí, tal vez era un exagerado.

Miró al contrario, quien estaba más tranquilo y lo veía con una gran sonrisa en su rostro.

-No me mires así, tú tuviste la idea – dijo el chico mientras se acercaba

-Pensé que aún tenía algo de condición física para esto – dijo con la respiración entrecortada - ¿Cuánto llevaremos?

-Como dos horas - sonrió

- ¿Cómo es que no estás cansado, June? - lo miró extrañado mientras apoyaba su mano en el hombro de este

-No creo que sea para tanto, Jinani - rió - ¿Quieres que te cargue?

-No soy una chica para que me cargues - rió

-Pues en otras ocasiones no te has negado...

-¡June! – soltó, provocando una carcajada en el otro

- ¿Entonces podemos seguir? - tomó su mano

-Supongo que sí – respiró profundamente y siguió caminando

Por lo menos ahora sabía que como guía, podía considerarse bueno, pero su condición física no ayudaba mucho.

Cuando pensó en el Monte Hallasan como uno de los destinos a los que podía llevar a June, nunca pensó que sería tan difícil subirlo. Y es que el problema no era que apenas con dos horas de recorrido ya estuviera tan agitado, si no que aún faltaba mucho por subir. Podían retroceder en cualquier momento, pero no quedaría en vergüenza tan fácilmente.

Nunca había llegado a tal punto. Las veces que había subido, sólo lo hacía pocos metros, en el área donde se encontraba el parque, pero esta vez quería subir un poco más. Aunque tal vez no llegaran hasta la cima, ya que eso tomaba muchas horas más.

Siguió el resto del recorrido siendo casi arrastrado por el más alto, quien lucía muy entusiasmado y lograba contagiarle algo de esto.

Por suerte, el clima era bueno para su caminata, y desde el punto en el que se encontraban ya, la vista era maravillosa.

Habían llegado ya un poco más allá de la mitad de la montaña, así que dejó que el grupo siguiera, mientras él se dirigía a la orilla del camino para observar mejor. El menor no tardó en acompañarlo y pararse a su lado.

-Creo que Jejú se convertirá en uno de mis lugares favoritos

-Oh, ¿En serio? - preguntó mientras regulaba su respiración

-Sí, es increíble - sonrió - Creo que tuviste suerte de nacer en un lugar así

Sacó su botella de agua de la pequeña mochila que cargaba en su espalda, y tomó un poco mientras recuperaba su energía.

El otro sacó su celular y comenzó a tomar muchas fotografías del paisaje, yendo de un lugar a otro, tratando de capturar varios puntos de la ciudad. Soltó una risita cuando el menor casi resbala con una pequeña roca, lo cual no le importó y siguió en lo suyo.

-Jinani, amor – dijo mientras buscaba un punto – ven aquí, quiero una foto nuestra

Caminó hasta donde estaba y en cuanto llegó a su lado, este se colocó detrás de él y lo rodeó por la cintura, dejando el móvil en sus manos, para que tomara la foto.