LA VECINA

642 42 13
                                    

                                 CAPÍTULO 16




Alex


Hoy no fui a trabajar, quise quedarme a pasar el día con Piper como se lo prometí.

Estamos en la piscina acariciando nuestros cuerpos a la ves que nos miramos a los ojos, como si estuviéramos una charla interna.

Nos damos una de esas miradas que lo dice todo .

Se me viene a la mente algunas frases. Es de una canción que no tardó en decírselo a Pipes.

— Piper "Eres tu la dueña de mi vida". - Apego sus labios con los míos aún sin besar.

—Y yo "Vivo prisionero de tus besos". - Mi rubia me da una mirada tan sincera que derrite a cualquiera.

Al decir esa última frase me besa con delicadeza.

— No sabes cómo "Sueño con el fuego de tu cuerpo". - Me toca el trasero apegándose más a mi. - Solo quiero "Que sea solo para mi". - No sabe cómo me gusta el hecho de que me susurré en el oído.

Es tan exquisito.

"Pero fue difícil conquistarte". - Continuo la canción, acariciando su mejilla con mis manos.

Sus ojos se conectan nuevamente con los mios, ese gesto hace que se me ponga la piel chinita.

Hacemos una conexión tan íntima, que es como si fuesemos una sola persona.

" Todas mis palabras fueron vanas". - La última parte de la canción hace que se me salga una lágrima por la emoción del momento Piper me mira con preocupación y me abraza con cariño.

— Amor. - Acaricia mi espalda. - Ya me tienes.. - Sonrió por eso. Tenerla a ella me completa. - Atrapaste a esta rubia. ¿Que más quieres?. - Aleja su cuerpo con delicadeza del mío, para que mire esos bellos ojos.

Es como mirar el cielo y el mar al mismo tiempo.

— Quiero que me beses. - Respondo de inmediato, con una sonrisa de me salí con la mia.

Su mirada picarona es otra de mis tantas tentaciones.

Mi rubia es como un ángel caído en mis brazos, y yo  vendría siendo la diabla que le pone tentaciones.

Piper me besa pasión, con tantas ganas y una lujuria que logra embruja mis labios.

Esto hace que recuerde lo del postre. Esa tarde que me tomó y me miro como una devoradora.

Esa lengua con tanta experiencia recorriendo mi intimidad llevándome a la cima.

¡Dios!. Voy a morir de un infarto.

            

                              • FLASHBACK

—Ah... Pipes me vas.. a matar... - No podía casi ni articular palabra, ya que Piper no paraba de mover su lengua en mi clítoris.

Pipes estaba de lo más cómoda, sentada en una de las  sillas del comedor. Mientras que a mí me tenía con las piernas abiertas, arriba de la mesa lamiendome sin parar.

Si fuera una dulce de verdad creo que no existiría, por que Pipes ya me abría comido toda.

Tengo su total atención en mi rostro y en todo en mi rosado clítoris. Sé que que mis gestos faciales y corporales la enloquecen.

MI BEBÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora