NUESTRO SECRETO

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                           CAPÍTULO 12




Alex


Me acabo de tomar las pastillas y aún así me duele la cabeza.

¡Dios!, ¿Por qué no me mido a la hora de emborracharme?

Masajeo mis sienes para que el dolor desaparezca un poco.

Me doy una ducha rápida.

Decido usar una falda corta de mezclilla negra con una larga tira de botones que cae verticalmente, junto con una polera ajustada amarilla con un estampado negro de Batman al medio, acompaño mi outfit con unas zapatillas negras altas.

Peino mi largo cabello liso. Decido usar maquillaje. Delineo mis ojos con color negro y aplico sobre mis labios un brillo labial saborizante. Me rocío con mi dulce perfume, aplico este por mi cuello y en mis muñecas.

Miro mi reflejo en el espejo, viendo un aspecto jovial.

Cojo mis lentes del velador y voy a la cocina.

Tomo un vaso de leche acompañado de una barra de cereal.

No puedo evitar pensar en que sucederá con Piper, yo la amo. Aunque pienso que esto no funcionará.. Hay muchas cosas que nos separan, además ella tiene novia y nunca hablamos mucho de su relación.

Lo que pasó con Nathe fue un impulso mezclado con alcohol. Sé que estuve mal y me arrepentiré el resto de mi vida por hacerle eso a Piper. Pero en el fondo, hay una parte de mí que me grita que ella se lo merecía, sé que suena muy mal, pero ella me hizo lo mismo docena de veces.

Este chico me atrae, no puedo negarlo. Es una buena persona. Además sus labios son tan deseosos que me confunden.

Por otra parte, lo que siento por Piper es inexplicable. Lo que siento por ella es excepcional y genuino. Mi corazón late desenfrenado cuando estoy a su lado. También siento unas deliciosas ganas de estar con ella en todo momento. Aveces con tan solo una mirada y todo se detiene a mí alrededor. Esa pequeña rubia hace que me sienta libre. Ella me hace olvidar todo lo malo, incluyendo mis miedos. Aveces me hace olvidar quien soy, y que prácticamente soy su madre.

Cuando estoy con ella soy una chica liberal, más alegre, es como si todo lo demás no importase.

Piper hace que me sienta de mi edad, de veinticinco.

Con todos estos pensamientos y emociones me doy cuenta que estoy frente a su puerta, así que la abro y me encuentro con el ángel más hermoso dormido.

La muevo un poco, pero solo me responde con un "Mm..".—Río al instante para mis adentros– Acaricio su preciosa cara, sacando algunos mechones rubios rebeldes y beso su frente. Luego beso sus labios, ahí me quedo un largo rato hasta que la siento moverse. Abro mis ojos encontrándome con ella, aún sin despegar mi boca de la suya.

Solo nos miramos profundamente. Al no ver ningún alejamiento o reclamo de su parte, tomo la oportunidad de seguir mi beso aún mirandonos fijamente a los ojos.

La beso y la beso muy deseosa.

Mirarse mientras hay un beso de por medio es algo exquisitamente sensual.

Chupo su labio inferior bruscamente y tirando de él, a lo que ella gime. Luego, lamo ambos y finalizo con un beso casto y bullicioso.

— Estos labios solo te pertenecen a ti, amor.– La beso de nuevo.– Aún que otros los toquen estos ya tienen dueño.– Alzo una ceja sonriendo.– ¿Puedes adivinar quién es?.– Paso mi mano por su cabello, ella cierra sus ojos.

MI BEBÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora