MI BEBÉ

EL TRABAJO DE ALEX

                         CAPÍTULO 11 / 2

Piper

Después de conducir y de proponerle a Niki un almuerzo bueno, nos encontramos en la mesa del restaurant de Alex.

Hace mucho tiempo no venía a este lugar, la verdad es que es muy bonito. Con Niki nos sentamos en una de las mesas que están cerca de los ventanales. Aquello da una vista espectacular a los árboles que hay afuera. El lugar es elegante y refinado. En el fondo me siento orgullosa de que Alex haya podido construir todo esto y más.

—¿Qué desean ordenar?.–Pregunta una camarera joven y amable, está vestida de acuerdo al lugar y además es muy guapa.

La camarera me lanza una mirada pícara.

—Yo deseo un plato de carne salteada, arroz y
verduras.– Contesta Niki con una sonrisa mirando a la camarera.– Por cierto Bárbara, ¿Has visto a Alex?–Pregunta casual, supongo que son amigas.

—Sí cariño, la he visto.- Comenta anotando el pedido en su pequeña libreta.- Por cierto, entró con un chico a su oficina me pidió que no la molestaran.- Bárbara le lanzó una mirada de complicidad a mí amiga.

No puedo creerlo.

¡Cómo que está con alguien! Enseguida me paro de la mesa, cegándome por el enojo causando que estás me miren asustadas.

— Cálmate Piper, no vayas a hacer una escena.– Susurra Niki advirtiendome.- Mira que puede ser un socio.– Tiene razón.–No la jodas.–Me relajo un poco.–Luego si esto sigue, pues ve a ver qué pasa.–Junta sus manos acomodando su cara en ellas.

—Sí, tienes razón. Lo haré.– Formo mi mano en un puño y vuelvo a sentarme.

La chica se va con el pedido ya que mi amiga le dijo que nos dejara a solas.

—Por cierto, ¿Crees que Barbi es linda?– Pregunta curiosa.

—La verdad sí, está buena. ¿Por qué?, ¿Te la quieres coger?.– Bárbara tiene lo suyo, pero no puedo dejar de pensar en Alex.

—No tonta.—Rueda los ojos.– Lo digo por tí.– Me asombro por lo dicho, sabe que me gusta Alex.– Sé que te gusta tu mamá.– Ríe.

—No es chistoso y sabes que no es mi mamá, además yo no me enamoro de nadie.– La apunto con el dedo enojada, aquello lo dije para que dejara de fastidiarme.– Así que déjate de decir estupideces.– Cruzo mis brazos.

— Lo sé, lo sé. Pero debes admitir que es chistoso... Y cambiando el tema anda y utiliza a Barbi para sacarle celos a tu mami.–Dice lo último riendo.

Pongo los ojos en blanco a su comentario, no me gusta que digan que me gusta Alex.

Después de terminar nuestro almuerzo, conversamos de cosas triviales. Aunque no puedo dejar de pensar en Alex y en ese idiota rubio.

—Niki, iré al baño, no tardó.–No le doy tiempo a que me responda y me pongo de pie rápidamente.

Después de abrir muchas puertas, entrar a la cocina y luego al baño de trabajadores. Logro llegar exitosamente a la oficina de Alex.

No toco la puerta y entro.

Me quedo boquiabierta en el umbral de la puerta.

La imágen frente a mí es impactante. Alex está   con las piernas abiertas dejando sus bragas negras a la vista de cualquiera, el rubio la besa apasionadamente.

Alex se da cuenta de mi presencia al escuchar el ruido de la puerta abrirse. Está asombrada.

—Pipes.. T.. todo esto tiene una explicación.-Se recompone y se pone de pie.