MI BEBÉ

COSITAS PERVERTIDAS

CAPÍTULO 24 / 1

Alex

Después de unas horas de secciones de sexo con la rubia pornográfica, estábamos comiendo en el restaurante.

Nuestro restaurante.

Tenía colores vivos y pasteles que le daban vida a todo el interior, al igual que las flores que lo adornaban. Las paredes eran blancas contenían cuadros y algunas pizarras, los muebles eran madera clara, los manteles y servilletas llevaban nuestra marca Vause. Todo es espléndido.

El jardín tenía muchas rosas y flores con un pasto perfectamente cortado. Tiene unas pocas mesas al exterior, para la gente que le gusta estar más alejada o simplemente a la que le gusta tener privacidad u que son románticas. Todo era tan vintage y a la ves sofisticado, que no puedo imaginar cómo será mi oficina.

Me siento tan complacida por el éxito que tenemos, nuestras mesas están casi repletas de personas. Los mozos atienden amablemente a cada persona que llega incluyéndonos, pasamos desapercibidas ante ellos, somos unas más del montón que tienen atender.

Los tipos de comida que contiene el menú son irresistible y para que hablar de los postres. Todo está muy bien sobre llevado, es muy grato encontrarme todo tan bien distribuido, solo me queda por conocer Anne.

Me gustaría felicitar a la chica que dirije este ejército. Si Anne Hathaway es estricta lo soportaría, tan solo por el echo de que maneja muy bien todo. No siento ganas de venir a colaborar, pero es un deber y debo alimentar a mi Pipes.

El rubio mozo trae nuestros pedidos.

- Permiso. - Deja la bandeja en la orilla de la mesa aún asujetandola, para dejar nuestras comidas.

Puedo sentir la mirada de Piper, no es de celos. Creo que me analiza, quizás quiere saber que pienso respecto al trato del personal.

- Que lo disfruten. - El chico nos dedica unas miradas y se retira, no sin antes de darle las gracias.

- El chico me callo bien. - La palabras de Piper me sacan de la burbuja de pensamiento.

- ¿Por?. - Llevo un bocado de lechuga mi boca.

- Es lindo y trabajará contigo. - Se ve buen muchacho, aún así no es de mi gusto. - Pero se una cosa.. - Le da un sorbo a su cosa. - No te pondrá una mano encima. - Trago en seco mi ensalada sin lastimarme. Frunzo el ceño al no comprender a qué se refiere.

- ¿Por que dices eso?. - Limpio mi boca con la servilleta y bebo de mi jugo.

- Por que es gay. - Primero la veo sin comprender y luego sonrió por darme cuenta de sus intenciones.

- Ya veo.. - Piper acomoda la servilleta en su regazo comenzando a comer.

La comida es muy buena, está bien cocinada y el jugo está sabroso.

Las charlas con Piper son triviales y amenas. Reímos, comemos, nos dedicamos miradas de amor y palabras de amor. Es muy reconfortante el camino que está tomando nuestra relación.

- Sabes Alex e pensado que quiero hacer conmigo. - Junta sus manos asujetando su barbilla seriamente.

- Habla, estoy más que intrigada. - Le doy el último sorbo a mi jugo.

- Bueno.. - Suspira un poco nerviosa recostandose en la silla. - Es obvio que no quiero ejercer una carrera universitaria por que no lo encuentro necesario, ni mucho menos la necesito. - Mueve sus manos al compás de palabras que salen de su linda boquita. El echo de Piper no quiera estudiar no me molesta en absoluto, solo quiero que sea feliz y disfrute de su larga vida a mi lado.