𝐎𝐍𝐄-𝐒𝐇𝐎𝐓'𝐒 ━ 𝐃𝐢𝐚𝐛𝐨𝐥𝐢𝐤 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 [𝐓𝐞𝐫𝐦𝐢𝐧𝐚𝐝𝐨]

𝐁𝐀𝐁𝐈𝐄𝐒

[ RukiRa ]

Aquello estaba siendo como un sueño del cual nunca quería despertar. Su cara mostraba sorpresa, pero por dentro tenía un revoltijo de emociones, todas positivas, con solo ver la figura de la recién nacida en brazos de su madre.

--- Es tan linda. . . ---susurró, mirándola de manera fija como si eso fuera a hacer que abriera los ojos.

--- Lo es ---corroboró la Sasaki mientras se acomodaba un poco en la cama de aquel hospital---. Tiene tu cabello ---en eso, una idea pasó por su cabeza. Miró al Mukami con una sonrisa ladina, de esas que decían que iba a lograr sí o sí cualquier cosa que se le haya ocurrido--- ¿Quieres cargarla?

El cuerpo de Ruki se tensó en cuestión de segundos. ¿Cargar a un bebé? A ver, no saquemos conclusiones precipitadas. ¡Claro que quería cargar a su hija! Pero la imagen de que nada más tomarla en brazos se pusiera a llorar le desanimaba.

--- ¡Ruki! ¡Es una bebé! ¡No el diablo!

--- Recuerda que tú eres la madre ---recibió una mirada asesina tras esas palabras---. Está bien. Lo intentaré.

Mientras extendía sus brazos y Akira le explicaba como sujetarla, por dentro el Mukami estaba con una crisis interna. Se sentía como si fuera a tomar una bomba que en cualquier momento fuera a estallar. Pero ese pensamiento se disipó en cuestión de segundos.

Nada más caer en los brazos del azabache, la pequeña abrió sus ojos, observándolo con curiosidad. Sonrió, extendiendo sus brazos hacia él, balbuceando cosas inteligibles.

Aquella escena consiguió tocar en lo más profundo del corazón del Mukami mayor. Lo que más le enterneció, es que tenía la misma mirada que su amada.

[ ShuYeon ]

Abrió los ojos para comprobar, por enésima vez, desde el sillón que había al lado de la cama, el estado de su mujer: seguía dormida junto a aquella criaturita que tanto amaría de ahora en adelante.

En el hospital se negó a cargarla por los nervios que le vinieron. Por lo que, en todo el camino de vuelta y lo que llevan en la mansión, Doyeon llevaba a la pequeña consigo; ambas estuvieron dormidas.

La peor situación que se imaginaba era que se cayera de sus brazos aquella niña. La miraba, debatiéndose entre si acercarse o no.

Deseaba verla mejor. Es que. . .¡Se parecía a la madre! ¡Incluso ambas tenían las mejillas igual de regordetas! Acabó sentado en el borde de la cama, más no esperaba que aquello despertara a la pequeña. Vaya, dormilona pero se despertaba al mínimo ruido, justo como él.

Se quedaron mirándose a los ojos de forma fija, ambos del mismo color. Shuü sonrió levemente y extendió sus brazos para tomarla y atraerla a él. Aquel miedo se había ido con aquella sonrisa que ella le había dado primero, porque tenía la sonrisa de su esposa.

Doyeon no se imaginó que, al abrir los ojos después de un largo tiempo, se encontraría al rubio tumbado a su lado con la recién nacida recostada en su pecho, ambos dormidos.

Esa escena logró sacarle una sonrisa. Se acercó un poco más a ambos para cerrar los ojos de nuevo. Hm, dormir en familia no estaba tan mal.

[ KouNey ]

Vianney abrió los ojos lentamente. Pudo reconocer la habitación de Kou en cuestión de segundos. Por lo que se veía, se había quedado dormida en el viaje de regreso a casa. Una duda vino a su cabeza: ¿Dónde estaba Kou? ¿Y las niñas?

Una risa masculina la calmó, pues era bastante reconocible para ella. Su rostro sonriente cambió a uno de sorpresa al ver tal escena: el Mukami sentado en un sillón, cargando a ambas niñas--- ¡Mneko-chan! Al fin despertaste.

La mirada del rubio se dirigió a las pequeñas: una castaña con heterocromía y la otra rubia de ojos caramelo, sonrientes, mirando a su padre mientras reían---. Son igual de adorables que tú ---soltó una pequeña risa.

Vianney no pudo evitar llorar, pero no por tristeza. Una de las pequeñas se fijó en ello y exigió ir con su madre. La Komori la cargó alegremente, llenando su cara de pequeños besos.

--- ¡Vamos! ¡Las pequeñas gatitas querrán jugar! ---exclamó mientras se levantaba, tomando la mano de su mujer para ir hacia el salón.

Y así, ambos estuvieron jugando con las pequeñas. Vianney estaba feliz al ver como Kou cargaba a sus hijas con una sonrisa, pues nunca hubiera imaginado tal acción de su parte.

Dedicado a: _-BennyTW-_
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