Llovía como nunca antes había llovido. Una chica corría bajo la lluvia con el chubasquero desabrochado y sin la capucha en la cabeza. Corría con rabia y furia, moviendo los brazos enérgicamente. Lágrimas que corrían por sus mejillas se mezclaban con las gotas de lluvia, como si el cielo llorar con ella. No sabía a donde iba, pero sí porqué corría. Al fondo se podía distinguir entre las gotas que caían con fuerza a un chico que la miraba y que hacía el gesto de salir corriendo el también, de pararla, pero la mano de una chica que sonreía con malicia le agarraba el brazo sin dejarle escapar. Ella corría sin mirar atrás, llorando de tristeza y de rabia. No paró hasta cruzar el pueblo y ponerse en un portal, sentada en el suelo y tiritando de frío. Cerró los ojos y quiso que se la llevaran de allí, irse al otro mundo y despedirse de este para siempre. No quería seguir existiendo. Mientras pensaba eso, la lluvia no cesaba ni un segundo y ella seguía llorando sin saberlo. Sin saber como, acabó recordando lo que acababa de pasar. Ella había quedado con su novio en la primera parte del paseo. Quería llegar antes que él para darle una sorpresa, pero la sorpresa se la llevó ella cuando le vio besando a otra chica. Ya nada puede ser peor, se decía, mis amigas me odian,mis padres se separan, y ahora, aún por encima, mi novio me engaña. Se repetía que ella tenía la culpa, que era ella la que se lo había buscado, y poco a poco se fue calmando y se quedó dormida en aquél portal. La despertó la luz del sol al amanecer. Al intentar incorporarse sintió mil pinchazos en la espalda y el cuello, pero no le importó. Se sentía débil y algo mareada, pero le daba igual. No sabía a donde ir, pero estaba segura de a donde no quería ir, a su casa. Pensó en su novio, que le dejaría estar en su casa por lo menos un día, pero rápidamente desechó la idea. Intentó pensar en alguna amiga que no le hubiera dado la espalda, pero no obtuvo resultado alguno. Sin tener a donde ir ni con quien estar, decidido hechar a andar sin rumbo fijo, y supo que a donde la llevaran sus pies, ese sería el lugar.
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Una vida
Teen FictionUna vida perfecta, todo va sobre ruedas. Pero un día todo cambia, las cosas malas se suceden como fichas de dominó. ¿Será capaz de soportarlo?