Seis

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Una... Dos...

Estaba en clase, distraída, en su mundo. Ya nada tenía sentido, nada valía la pena, nada era nada.

Tres... Cuatro...

El profesor seguía explicando. ¿En que clase estaba? No se acordaba, tal vez historia.

Cinco... Seis...

Megan y Cloe seguían sentadas justo detrás suya, pero ya hacía semanas que no le dirigían la palabra.

Uno... Dos...

Los cuchicheos y las risas eran lo único que la sacaban de sus pensamientos, solo conseguía escuchar palabras sueltas entre las que estaba su nombre.

Tres... Cuatro...

Su mente solo se centraba en que Kayla se iba y en sus cicatrices.

Cinco... Seis...

Llegar a casa y sentarse a comer, la rutina de siempre. Ya había conseguido reducir su apetito a menos de la mitad de lo que comía antes. Últimamente su madre siempre estaba a la hora de comer. Que extraño, seguro que sospecha algo, o tal vez no.

Su mente divagaba en sus cicatrices, ya no era una.

Una... Dos... Tres... Cuatro... Cinco... Seis...

Muchas menos que lágrimas había derramado.

Una vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora