Lucy tomó mis manos y me acercó lentamente a ella, podía sentir su respiración acelerada. Ambas estábamos nerviosas, pero nos podía más la curiosidad y el alcohol, estábamos en el patio de la casa de sus padres. Había sido el cumplaeños de su papá , toda su familia estaba dentro jugando un juego de mesa que ni sabía el nombre por haber estado perdida en los labios de Lucy durante toda la tarde. Salimos con el pretexto de tomar un poco de aire.
-¿No piensas besarme después de haberme desvestido con la mirada por horas?-Habló tan cerca de mí que pude sentir sus labios rozar los míos. Era una tortura.
-¿Y por qué no lo haces tú Lu? por qué no me besas tú?-Una risa llena de cinismo salió de ella.-No puedes esperar que yo siempre de el primer paso en todo.-Hablé muy segura de mi misma.
-¿Quieres que te bese?-Alzó ambas cejas. Diablos, claro que quería que me besara, hace meses que lo deseaba.
-Tú sabes la respuesta a tu pregunta.-Y sin perder tiempo me besó y no tardé en reaccionar al sentir sus labios en los míos. Me sentía embriagada con el suave contacto que estábamos teniendo. Después de tortuosos meses deseandonos la una a la otra por fin habíamos dejado nuestra inmadurez de lado y nos habíamos arriesgado. No sé en que momento el beso se tornó más intenso, pero solo pude tomarla de su cintura y pegarla mas a mí.
-¿Quieres ir a otro lado?-Susurró en mi cuello, sabía que el rubor la había invadido como a mi, y la respuesta a su pregunta era; sí. Iría a cualquier lugar donde estuviera ella. -Podemos decir que te sientes un poco mal e ir a mi apartamento.-Y sentí un pequeño mordisco en mi lóbulo. Entramos a su casa y frente a su familia les dijo que estaba ardiendo en calentura y que necesitaba reposar, que ella sería mi enfermera. Obviamente era el alcohol y el deseo hablando por ella. No esperamos respuesta y salimos a toda prisa de la casa de sus padres.
Taylor y Elizabeth dejaron a Harriet en su departamento, después de una comida un tanto rara; La rubia sintiéndose culpable por la mirada matadora de su mejor amiga, y es que en realidad no había hecho algo malo, Elizabeth estaba exagerando un poco.
-¿Puedes dejar de mirarme así?-Bufó la rubia.
-¿cómo se supone que te mire si le preguntaste qué es lo que había pasado con su "novia"?
-La conversación se me salió de las manos... y pude notar el cambio de humor en Harriet, además, no le pregunté exactamente por su novia, mi pregunta fue más bien así: "¿Y que fue lo qué pasó con tu novio o novia?"-Elizabeth sólo pudo rodar los ojos.En el momento en el que Taylor hizo esa pregunta tomó por sorpresa a Elizabeth, pero su sorpresa fue más grande cuándo escuchó la respuesta, como raro, tenía razón.
-No sé en qué momento te deje tomar tanto, tu lengua en cualquier momento te va meter en problemas.
-Pues... que me meta en lo que quiera, a ti lo que te molesta es que yo tenga razón. ¡LE GUSTAS!-Gritó .
-Puedes dejar de gritar.-Habló la poca paciencia que quedaba en ella.-Amor... Harriet se abrió con nostras con un tema muy delicado para que le preguntes más sobre su vida privada, le guste o no. No es apropiado que seas así.-Trató de calmarse.
-¿Cuál es tu enojo en realidad? Ella fue la que continuó con la platica, ella fue la que no dejó de hablar, lo necesitaba, en ningún momento la obligué, mi mayor error fue saber por qué se refería a ella como "persona", fue mi curiosidad buscando una respuesta tan simple. Tú me quieres hacer sentir culpable por una pregunta insignificante.
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Your last love (SIN CORREGIR)
RomanceLa vida nos golpea a cada uno de nosotros, nos lastima, nos hiere, nos rompe, nos derrumba. Ese era el pensamiento que tenía Elizabeth Dashwood sobre la vida. La muerte de su novio había acabado con ella. Llega un día en que aparece esa persona que...