Capítulo II: Conociendo al Alfa

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- Por cierto — dijo Auron al omega de boina verde — ¿me podrías ayudar con el huerto?.

- Uy — dijo Willy — esa no es mi especialidad — mencionó el de ojos achinados.

- No hay problema, hombre, ¿sabes de alguien que pueda ayudarme? — preguntó Auron.

- Sí, existe alguien especializado en eso — dijo Willy — pero es un alfa — sentenció.

- Ah, vale, ¿quién es? — preguntó el omega castaño.

- Es Luzu, es tu vecino de arriba, el chico que se está postulando para alcalde — dijo el pelinegro.

- Ah, vale, ¿me acompañas a preguntarle? — le pidió el omega castaño.

- Sí, claro, ¿por qué no? — dijo el pelinegro.

Ambos omegas se dirigieron a donde vivía el antes mencionado alfa, al llegar Auron se asombró de ver qué tan bien decorada tenía su casa, los huertos que poseía llenos de vegetales y los árboles que decoraban su patio, el castaño se quedó pasmado. Willy le tomó de la mano y le guío hacia la puerta, tocándola tres veces.

- Buenas — dice Luzu.

Auron se quedó impresionado de la belleza del alfa que hasta su lobo interior se removió en placer, y es que el pobre Auron nunca se había sentido atraído por ningún alfa aunque varias veces quisieron tener algo con él, pero el pequeño omega nunca se dejó. Claro que varias veces quisieron obligarlo, pero afortunadamente Rubius siempre estaba ahí para defenderlo.

- Hola, Luzu. No sé si sabías que tienes un vecino nuevo — dijo inocentemente Willy.

La mirada de Luzu giró su vista para encontrarse con el castaño omega, le dio una pequeña sonrisa a lo que el lobo interno de Auron se movió en alegría aunque Auron quiso negar el sentimiento, no iba a enamorarse de un chico que acaba de conocer y al que sólo le ha visto los hermosos ojos chocolate que el de sudadera tenía.

- Hola, me llamo Luzu, mucho gusto — dijo el pelinegro de sudadera extendiendo su mano.

- Hola, me llamo Auronplay, pero puedes llamarme Auron, el gusto es mío — le dio una pequeña sonrisa y extendió su mano.

Al encontrarse ambas manos, ambos chicos sintieron un toque de electricidad en sus cuerpos y sus lobos se movieron en sorpresa, el lobo del alfa reconoció como suyo al olfatear el olor a canela del pequeño omega y el lobo del omega sintió el olor a menta que emanaba el alfa, ambos se sorprendieron por dentro sin embargo, ninguno dijo nada al respecto, se soltaron ambas manos y siguieron en lo suyo.

- ¿Qué los trae a mi casa, chicos? ¿En qué les puedo ayudar? — dijo el alfa.

- Pues, mira — dijo el castaño un tanto nervioso — es que... — el pobre chico hervía en nervios — necesitaba ayuda con mi huerto y Willy dijo que tú eras bueno en eso.

- Oh, pues, no es lo único en lo que soy bueno — dijo el alfa coqueteando.

El pequeño omega castaño se sorprendió y un ligero sonrojo recorrió sus mejillas.

- Claro que puedo ayudarte, no faltaba más, siempre es bueno ayudar a los habitantes de Karmaland — dijo Luzu, cerrando su puerta, llevando consigo unas semillas, una pala, un azadón y unos cubos en el inventario.

Auron, Willy y Luzu iban juntos hacia la casa de Auron, quien estaba un poco nervioso porque pensaba que su casa era una puta mierda, y pues después de ver la casa hermosa de Luzu, sintió más pena de sí mismo. Sin embargo, cuando llegaron, Luzu no dijo nada al respecto sobre su casa.

Un Omega en Apuros // LuzuplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora