Capítulo XVI: Cuenta Regresiva y un Pasado no tan Enterrado

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Canción en multimedia: Art Deco – Lana Del Rey – Honeymoon

-       Jo, cómo cuesta arreglar tu casa, Luzu – el pequeño omega se recostó en un pequeño montículo de tierra algo fresca que había puesto hace poco, viendo al chico que estaba en la parte de arriba de su casa, colocando y pegando unos cubos de mármol por la fachada de su casa, mientras ponía un cubo de metal por debajo para hacer que la lava que contenía las palabras LUZU en rojo ardiente cayeran en ellas. El mencionado le vio, con las piernas cruzadas y con las mangas secándose el sudor de la frente, con una mirada de soslayo.

-       ¿Qué? – preguntó el omega desde abajo – ¿acaso nunca habías visto a alguien tan sexy? – dijo el omega mientras sonreía altaneramente y se pasaba la mano por su barba. El alfa sólo rió aún parado por sobre la escalera.

-       Es que estás muy guapo, Auroncito – dijo mientras le lanzaba un beso en el aire y el mencionado hacia amago de tomarlo.

-       Lo sé, nene, lo sé – contestó el pelicastaño mientras movía las manos en señal de restarle importancia al asunto, aunque claro que su corazón y su lobo no cabían de la felicidad, no siempre tienes al alfa de tus sueños diciéndote cosas lindas todo el tiempo.

-       Por cierto, Auron, ¿ya te tomaste tus supresores? – Luzu le recordó mientras regresaba su mirada hacia su construcción y ahuyentaba al pequeño redondete cerdo de mascota, no quería causarle daño con algo mal puesto.

-       Sí, ya – el pequeño omega jugaba con un poco de césped.

-       Aún no entiendo porqué tomas eso – el alfa bufó un poco mientras fruncía el entrecejo en señal de desaprobación.

-       Sabes porqué lo hago, ya te lo expliqué – sí, claro que se lo había explicado cuando Luzu le pidió ser novios, aunque claro que se paniqueó cuando Luzu le dijo lo de "ser mi omega"

Después de habérselo dicho (y de tomarse las manos bajo la tenue luz del sol del atardecer) Auron recapacitó en las palabras que había dicho el alfa mayor y la felicidad se esfumó. Se sentó y volteó a ver a Luzu el cual seguía acostado apoyando su cabeza en el brazo que tenía libre. Luzu le regresó la mirada.

-       ¿Cómo supiste que era omega? – esa pregunta atormentaba al omega, claro como no, había fingido algo que no era y lo había hecho bien por años (o eso creía) y que ahora la ilusión se fuera porque un alfa cualquiera (todos sabemos que él no es un alfa cualquiera, Auron) descubriera lo que él era, lo puso en qué pensar, sus manos tenían un leve traqueteo y empezaba a sudar frío.

-       A mí no me puedes engañar, cariño – le dijo Luzu a lo que Auron se quedó con la cara de: eso no responde mi pregunta, no responde nada – ah, y fue porque... ¿recuerdas la vez que nos conocimos y el zombi te rasguñó y te llevé a tu casa y me dijiste dónde estaban las cosas para sanar heridas? – Auron asintió con la cabeza, dando a entender que sí recordaba aquel instante, claro que lo recordaba, era el momento en el que vio los ojos chocolate más dulces del mundo – pues no eres muy discreto, amor, con sólo abrir un gabinete vi los supresores.

El pequeño omega se sintió aliviado, pero aún tenia ciertas dudas – ¿por qué nunca me dijiste nada sobre ello? – Luzu respondió – era algo tuyo, Auron, era algo que parecía ser un "secreto" y tú y yo aún no éramos nada en ese entonces, no iba a presionarte a contarme algo que no sé si quieres contar – Luzu le sonrió de vuelta aún acostado en el pasto. Auron se dejó caer nuevamente y buscó la mano de su amado entre el verde césped.

-       ¿Por qué usas tantos supresores, Auron? – el alfa estaba muy confundido y preocupado por la salud de su omega. – Cuando mi familia se enteró de mi condición y tuve mi primer celo, fui ataque de varios alfas cretinos que creían que decir "no" era decir que sí – Luzu apretó más la mano de Auron en señal de apoyo, pero el omega no lo necesitaba – pero tenía la ayuda de Rubius, él es mi mejor amigo desde hace mucho tiempo, con él no temía porque él estaba ahí para defenderme, porque aunque yo lo intentara mi naturaleza no me permite ganarles – Auron hizo una pausa para observar el rostro de Luzu, Auron sabía que a Luzu le molestaba la relación que tenían estos ambos, pero la cara de Luzu ahora era serena, el alfa pensó que ahora todo tenía sentido, por eso se llevaban así y eso generó un inmenso respeto por el ojiverde.

Un Omega en Apuros // LuzuplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora