Un Omega en Apuros // Luzuplay

Capítulo IV: Un Nuevo ¿Alfa?

- Así que tendrás una cita con Luzu, ¿eh? — dijo el alfa ojiverde, como no muy queriendo la cosa, viéndolo con recelo — ¿no crees que es muy pronto? — reprochó el más alto.

- ¿Qué? Sigues con eso tío, que ya te dije que no es una cita, coño. Es que... — Auron detuvo su hablar y levantó su manga, mostrando su vendaje blanco — me... — Auron fue cortado abruptamente.

- ¿¡Qué te ha pasa'o?! — contestó sorprendidamente el alfa — fue Luzu, ¿verdad? — dijo en tono enojado — maldito sonrisa Colgate, ¡que lo reviento! — dijo el alfa mientras sacaba su espada.

- No, hombre — dijo Auron — no te rayes, no me hizo nada.

- No lo defiendas, que a ti te puede intimidar pero a mí no, no dejaré que te haga daño, maldito alfa que cree que puede herir omegas sólo porque sí — dijo un cabreado Rubius.

Auron le dio un gran golpe en la cabeza, el alto alfa terminó sobándose la cabeza mientras le miraba un poco mal. Auron me devolvió la mirada con un ceño fruncido.

- Que te calmes, coño. No me hizo nada, joder — dijo Auron — más bien, me defendió — concluyó Auron.

- ¿Que te defendió? ¿Pero qué me estás contando? — dijo Rubius, consternado.

- Eso, lo que escuchaste, Rubius. Estaba ayudándome con unas cosas en el huerto y se hizo de noche y apareció un zombie de mierda que me arañó — dijo mientras señalaba a su venda, Rubius escuchaba con mucha atención — y él sacó su arco y le lanzó flechas hasta matarlo — concluyó el omega.

Rubius al escuchar esto, jaló al pequeño omega y lo envolvió en un abrazo mientras le decía cosas.

- ¿Pero qué coño...? — dijo el omega sorprendido, enterrado en los brazos y pecho del delgado alfa.

- Ay mi omega, casi se me muere, ay Auroncito — decía el ojiverde lamentándose.

- Rubius, suéltame — dijo el omega con autoridad.

- Todo esto es mi culpa, Auron, perdón — se disculpaba el rubio de una forma muy dramática — yo tendría que haberte defendido, no el estúpido de Luzu — decía el alfa.

- Si, sí, lo que digas, macho. Pero suéltame ya, coño — dijo Auron mientras se deshacía del agarre del más alto.

Rubius le dejó ir mientras se limpiaba unas pequeñas lagrimitas, si es que era todo una reina del drama.

-

Pasó toda su tarde con Rubius, entre bromas y diversiones, Auron pasó una agradable con el alfa mayor.

Auron se dirigió a su casa, se duchó y siguió con sus decoraciones, poniendo posters por aquí y por allá, camas y accesorios, incluso una Switch se colocó.

Estaba tan ocupado con ello que no notó el intenso tocar de su puerta.

- ¿Quién será? — preguntó al aire.

El tocar seguía siendo insistente.

- ¡Ya voy! — gritó mientras se dirigía a su puerta.

- Hola — dijo un chico de cabello rojo-naranja peinado en una coleta que le llegaba hasta los hombros.

- Hola, ¿te puedo ayudar en algo? — preguntó Auron al contrario un poco intrigado. El aura que emanaba ese chico de coleta era muy extraño, había algo en él que no permitía a Auron confiar en él, sin embargo sólo estaba siendo educado.

- Ah, no. Sólo que, nunca te había visto por aquí y vine a saludar — dijo el chico de coleta, mirando hacia abajo y mordiéndose el labio. Auron le vio curioso, ¿será un alfa? Parece alguien muy tímido.