Canción en multimedia: Dancing Queen – ABBA – Arrival
- Buenos días, señor alcalde, ¿desea que le traiga un café o algo así? – el alfa, sentado en su oficina distraído, levantó su mirada de unos papeles que estaba revisando y, acomodándose su corbata, le recibió con una amplia sonrisa.
- Con sólo tu presencia basta – se levantó y, aun sonriendo y acomodándose el cabello, le dio un pequeño beso a su omega, quien le esperaba en la puerta de su despacho con un recipiente entre sus manos.
- Oh, casi lo olvidaba, ten – el omega le extendió lo que cargaba entre las manos – te fuiste sin desayunar y eso es inaceptable, pero siempre andas a prisas – el omega le sonrió con brazos cruzados y una pequeña mueca de reproche en su rostro.
El alfa destapó el recipiente y un caliente aroma sobresaltó sus fosas nasales – no sabía que podías cocinar – le halagó el alfa. –Uno está lleno de trucos – le dijo el omega, mientras le soltaba una pequeña risita y hacía una cara de perversión. El alfa contrario sólo se rió un poco distraído cuando el teléfono de su oficina sonó.
- Tengo llamadas muy importantes – murmuró el alfa mientras suspiraba un poco por lo bajo. El omega levantó su rostro, le dio un pequeño beso y se despidió. – Te veré en casa – le sonrió mientras se alejaba.
El alfa levantó una mano y la puso en su pecho, aún no se creía todo lo que estaba pasando, la alcaldía era suya, el amor de su vida era suyo.
El omega salió del despacho, no sin antes despedirse de la secretaria quien, con un pequeño "hasta luego" y una pequeña sonrisa, dejó ir al omega. Este al pasar por la salida escuchó como ella gritaba "me cago en Java", haciendo que el omega soltase una pequeña risa un poco escandalosa.
Karmaland estaba muy tranquilo, el sol estaba en su poniente, los pájaros cantaban a un ritmo misterioso sin concordancia ni sincronización, el pasto estaba verde y cerca de la alcaldía sólo se escuchaba el silencio. El alfa caminó decidido a ir hacia la casa del alfa Vegetta, quería ver cómo se encontraba su mejor amigo.
- Basta – el omega se giró bruscamente, volteó su cabeza hacia varios puntos tratando de ajustar su vista y de encontrar quien había dicho tal cosa. El omega se rascó la cabeza en confusión "ya estoy loco" pensó y suspiró un poco mientras se secaba el sudor de su frente.
- Déjame, por favor – esta vez se escuchaba más claro, Auron siguió el ruido que esa persona hacía, dando pequeños pasos casi imperceptibles, sintiendo su corazón latir algo fuerte al estar tratando de espiar lo que estaba pasando. – Ya no volverá a pasar – alguien pedía en voz algo bajita, no podía esconder el tono nervioso y tembloroso que hacía su voz al encajar todas las partes de la frase, a alguien le estaban haciendo algo. Auron, buscando entre su inventario, observando que a su alrededor no había nadie que le pudiera ayudar, blandió un poco su espada y se preparó para lo que sea.
- Por tu culpa perdí, maldito maricón – alguien le reclamaba, una voz masculina, cargada de enojo. Auron se sorprendió, sin embargo, no dejó de blandir su espada.
Auron, lentamente siguió el sonido por detrás de unas tiendas que estaban vacías por recientes remodelaciones, se agachó un poquito y, dando pequeño pasos encontró lo que buscaba.
- ¡Hey! – gritó Auron con todas sus fuerzas, blandió su espada en todo lo alto, con el pulso latiéndole fuerte, su frente perlada en sudor, con una mirada de miedo hacia el pobre omega agazapado en la pared de madera, y un alfa con la mano en alto, dispuesto a dejar ir el primer golpe y asestarlo a primer contacto. – ¿qué querías hacer, eh? – le dijo Auron, como retándolo, tenía miedo, pero estaba apunto de golpear a un omega, uno de los suyos, no se lo permitiría.
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Un Omega en Apuros // Luzuplay
Fanfiction¿Qué pasaría si un omega que jamás se ha enamorado de algún Alfa antes, cae rendidamente por uno justo el día en el que se está mudando a un nuevo pueblo? O dónde el omega Auron se enamora del alfa Luzu, futuro alcalde de Karmaland Terminada el 29/0...