Capítulo XIX: What Hides Behind

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Canción en multimedia: Cinnamon Girl – Lana Del Rey – Norman Fucking Rockwell!

Dedicado a: MakiDeSalmon

-       No te preocupes, ¿eh? Yo aquí estoy, ¿vale? – el omega de cabellos puntiagudos tomó de la mano al omega de ropa militar, mientras éste temblaba un poco, haciendo que en el ambiente se pudiera oler un poco de vainilla que el omega soltaba en una forma desesperada de conseguir protección, éste se aferró a las manos del omega a su lado, mientras habría la pequeña puerta de madera que daba entrada a su pequeño hogar, ahora vacío.

-       Cualquier cosa, yo te aviso – el omega castaño dijo mientras sacaba de su inventario la espada de aura morada hecha con diamante – ¿no vendrás conmigo? – el omega de la bandana gris tartamudeó un poco, Auron no supo si por el miedo o porque siempre lo hacía – no, alguien necesita cuidarte la espalda – este se volteó mientras le sonreía y le tomaba fuerte de la mano.

-       Gracias, Auron – Mangel se detuvo y, con un rápido movimiento, le dio un pequeño beso en la mejilla al omega contrario, haciendo que éste se sonrojara un poco – ya, ya, ya, ve que sino Lolito nos pilla – cortó Auron en un intento de hacer que Mangel fuera ya a por sus cosas.

-       Vale – asintió Mangel mientras se internaba a la pequeña casita rural hecha de un mármol blanco impoluto que no contrastaba nada con su inquilino. Mangel se detuvo un poco en la cocina, se sentó en la silla más cercana mientras suspiraba un poco, su rostro, ahora afligido, reflejaba el apego que sentía por aquel lugar que ahora estaba dejando atrás, su corazón latía muy fuerte pero no supo por qué era, lo atachó a la situación, pero la realidad era que le dolía dejar el hogar, su hogar. "Tú no tuviste la culpa" soltó al aire mientras posaba su mano por una de las paredes del lugar "sólo eras una testigo muda" suspiró un poco mientras pasaba la mano por la pared del ascensor.

Al llegar a su habitación, sacó un par de mochilas y, sentado en la cama que compartía con el pelinaranja, se permitió soltar unas pequeñas lágrimas que tanto se había estado reteniendo desde que llegó a este lugar con Auron, sus manos comenzaron a temblar un poco y su rostro se surcó de lágrimas que reflejaban toda la tristeza de la situación, Mangel era un omega marcado, la magnitud de toda esta situación le golpeaba más que a nadie en el mundo. Metió todas sus pertenencias entre mochilas y los lugares vacíos en su inventario, bajó por aquel ascensor por el que tanto su pareja como él subía cuando la noche se ponía intensa y los sonidos del exterior no eran lo único que se escuchaba en el frío de la noche. Suspiró un poco.

-       "Hasta pronto".

-       ¿Ya está? – Auron se giró cuando escuchó una puerta cerrarse atrás de él.

-       Sí, eso es todo – Mangel le sonrió con pena.

-       Bueno, vámonos.

-       ¿A dónde? – Mangel le dijo un poco sorprendido, no sabía donde ir.

-       Pues a mi casa, tonto – Auron le sonrió mientras tomaba una de las mochilas cargadas de las pertenencias de Mangel – y no quiero escuchar un "no" como respuesta – Mangel rió un poco y, dando un último vistazo a aquel lugar, se alejó dando brincos, justo como Auron lo hace.

°

-       Señor alcalde, el comisario del departamento de policía desea hablar con usted – la voz de la secretaria se pudo escuchar por el teléfono que Luzu tenía en su mano en este momento, mientras él se encargaba de firmas unas cosas y de acomodarse la corbata de vez en cuando – sí, claro, dile que pase.

Un Omega en Apuros // LuzuplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora