Capítulo VIII: El Mitin

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Canción en multimedia: Love Me Like You Do (Fifty Shades Freed Version) — Ellie Goulding — Cincuenta Sombras Liberadas (Original Motion Picture Soundtrack)

El castaño de cabellos alzados, cansado de tanto darle vueltas al asunto que lo tenía un poco aquejado, y ni hablar de asustado porque desconfiaba de todo, incluso de Rubius, y eso que el alfa nunca había dado motivos de desconfianza, Auron sabía que él era buen chico, era un buen alfa y siempre había cuidado de él, era el único alfa capaz de ayudarle y cuidarle incluso en los intensos celos del omega que se producían al olvidar tomar sus supresores de siempre, el castaño era muy despistado de vez en cuando, era una actitud que siempre le habían reprochado pero él nunca hizo amago de querer solucionarlo.

Escuchaba vítores, veía carteles y gritos emocionados de la gente a su alrededor, Willy, el pequeño omega asustadizo, le invitó a salir por ahí un rato, se presentó a su puerta un poco nervioso, tartamudeando y rojo de la quijada hasta la frente, con la frente perlada en sudor, "¿que le habrá pasado?" se preguntó internamente Auron, se veía agitado, como si hubiese corrido una maratón entera para poder cruzar hasta llegar a su casa, y el castaño se preguntaba si su casa estaba lo suficientemente lejos como para que llegase en esas condiciones, sin embargo, no preguntó, no podía tenerse esas confianzas con el contrario. 

Le invitó amablemente (y tal vez con algo de pena) si podía acompañarle a ver algo en la tienda del pueblo, para Auron fue extraño que le pidiera tal cosa, no eran amigos (o eso creía el castaño), por qué no decirle a alguien más que fuese más de confianza o algo así, sin embargo Auron, le sonrió y con una respuesta afirmativa, procedió a dejarle un poco de comida a su fiel pollo y compañero de secretos, Frederick, tomó sus llaves y cerró su puerta, acompañado del, aún jadeante, omega contrario y ambos sí dirigieron, hablando de temas triviales y cosas nada serias, hacia el centro de Karmaland.

Los vítores era cada vez más audibles, llegando a ser gritos estridentes de pura emoción, gente gritando cosas en apoyo, moviendo frenéticamente los carteles mientras, de vez en cuando, caían papeles recortados tratando de simular el confeti, Auron se preguntó si el orador del mitin era alguien tan importante como para ser vitoreado de tal forma, no le cabía en la cabeza como podían adorar tanto al hombre que, según el anunciante, estaba apunto de salir a dar la cara al público insistente por verle al fin.

Auron decidió esperar pacientemente junto a su omega amigo, quien también compartía la misma emoción que los aldeanos a su alrededor, era muy extraño, jamás había visto al omega tan emocionado, su aroma se expandía por todas partes formando una mezcla muy rara de olores alrededor que daba asco, tanto olor mezclándose era asqueroso en palabras del omega castaño, el omega más bajo se aferraba fuertemente al brazo del omega contrarío. Parecía ser esa la única forma de retener un poco de cordura.

- La gente se emociona por gusto — Auron volteó a ver al chico que se había puesto a su lado, estaba de brazos cruzados con una obvia mueca de asco en su rostro. Era alto, un tanto musculoso pero ya deteriorado por la falta de ejercicio, pero lo que más interesante de ese chico fue la máscara que cubría sus ojos, de unas plumas naranjas con forma de búho, era extraño pero al mismo tiempo interesante.

- ¿Quién es el candidato de ese partido? — el omega a este punto, ya quería conocer al señor alabado por la gente que se hacía del rogar para aparecer. Era exhaustivo.

- Es... — la voz del anunciante cortó abruptamente al chico de las plumas.

- Y con ustedes, el futuro alcalde de Karmaland... ¡Luzu! — el anunciante, con evidente emoción sobre cargada de dramatismo, dijo hacia la audiencia que soltó en gritos de emoción aún más audibles, moviendo ferozmente carteles en apoyo.

Un Omega en Apuros // LuzuplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora