Día de resaca.

794 57 11
                                    

- ¡Arriba! - Grita mi madre entrando en la habitación y corriendo las cortinas. - ¡Despierta que son las nueve y media!

- ¿Las nueve y media? - Pregunto hundiendo mi cara en la almohada. - Ayer llegué a las cuatro y media.

- Genial, has tenido cinco horas para dormir. - Dice mi madre antes de salir de mi habitación e ir a la de mi hermano.

Me levanto de la cama como un zombie resacoso y me pongo las zapatillas de estar por casa oyendo las quejas de Ulises.

Voy caminando a la cocina con sus quejas de fondo.

- Joder, que sí, ya voy. - Llego a oír antes de verlo a mi lado con peor cara que la mía.

- Qué guapo estás por las mañanas. - Le digo a Ulises mientras cojo café y una aspirina para la resaca.

- Pues anda que tú estás guapa. - Dice él robando la taza en la que me he echado café y bebiéndoselo él sin dejarme más remedio que coger otra taza. - No te creas que te librarás de la charla.

- ¿Qué charla? - Le pregunto agarrando mi cabeza.

- Voy a buscarte y te encuentro morreándote con Pol, te dije que no era buena idea y aún así te lanzas.

- ¿Me espiabas? - Le pregunto levantando la voz.

- No, y no me cambies de tema. ¿En qué estás pensando? - Dice Ulises preocupado. - Gabi, te vas a pegar la misma hostia que con Barto, ¿No te das cuenta?

- ¿Pero de qué vas? - Le pregunto furiosa. - ¿Vas de hermano del año? Agradezco mucho tu preocupación pero no sabes como es conmigo y, sobre todo, no sabes lo mucho que le quiero. Simplemente métete en tus asuntos, lo único que te pido es que le des una oportunidad. Por favor.

- Está claro que no puedo hacerte cambiar de opinión pero sigue sin parecerme bien. - Vuelve a decirme. - No esperes que nuestra relación cambie de amigos a cuñados, no quiero y no lo haré.

- Bueno chicos, ¿qué tal fue ayer? - Dice mi madre entrando en la cocina junto a mi padre.

- Bien. - Ulises es el primero en responder.

- Aún recuerdo cuando yo cumplí mis dieciocho años. - Dice mi padre. - Tenía a muchas chicas menores detrás y una de esas era tu madre.

- Sí, yo estaba detrás para decirle al cumpleañero que tenía papel higiénico pegado al zapato. - Dice mi madre mientras empieza a hacerme una trenza, ella tiene esa manía.

Mi padre se burla de ella haciéndole unas carantoñas.

- Es curioso, mi amigo ayer se llevó a una chica. - Dice Ulises y yo le pego una patada sonriendo nerviosa.

- Auu. - Se queja él. - Pues ahora se lo digo, Gabi está saliendo con Pol.

- ¿Eres gilipollas? - Digo y mi madre deja mi pelo para mirarme sorprendida.

- ¿Sois novios? - Me pregunta ella.

- No, o sí, no lo sé porque no me lo ha pedido. - Reconozco, ya no hay vuelta atrás, gracias Ulises por ser tan subnormal.

- No te ha pedido ser novios pero ya lo habéis hecho, ¿no? - Dice mi padre caminando de un lado a otro de la cocina. - Tú no aprendes, es que no aprendes.

- Sí, ya se lo he dicho yo. - Mete mi hermano más leña al fuego.

- Cariño... - Dice mi madre.

- Pero a ver... - Intento aclarar las cosas pero los gritos de mi padre me lo impiden.

- Pol es ese que vino el primer día a casa, a ese lo calé yo. No sé como puedes ser tan idiota, al menos habréis usado protección ¿no? - Mi padre está al borde de la locura. - Pues no pienso volver a mudarme.

Gabieleven (Pol, Joan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora