El bar.

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- ¿No crees que te has pasado un poco? - Le digo a mi padre levantándome de la mesa enfadada.

- ¿Dónde te crees que vas? - Dice mi padre también levantándose. - Vuelve a la mesa,no vas a volver a verlo.

Un silencio tenso se instala en la cocina, mi padre y yo en pie plantándonos cara y mi madre y Ulises pendientes de nosotros.

- No. - Decido responderle. - Voy a salir por esa puerta y voy a ir a buscarlo.

- Mi techo, mis reglas. - Dice mi padre levantando aun más la voz. - Así que como salgas por esa puerta te puedes estar olvidando de que soy tu padre.

- Cariño. - Dice mi madre asustada. - Te estás pasando.

- Sí papá. - Me apoya Ulises.

- Estoy teniendo una conversación con Gabriela María, no con vosotros. - Dice mi padre. - ¿Te ha quedado claro?

- Sí. - Digo dirigiéndome a la entrada. - Adiós señor desconocido.

Cojo mi mochila y salgo a la calle, es la primera vez que planto cara a mi padre y siento la adrenalina dentro de mi junto a una tristeza vacía.

Ando tres calles hasta encontrar la plaza que hay junto a un parque que queda frente al instituto y me siento en el banco de esta mañana, estoy sola y dolida pero ahora es lo único que quiero, estar sola.

Las lágrimas resbalan por mi cara sin poder detenerlas. Miro hacia arriba, hacia el cielo, las nubes allí parece que miran hacia bajo. Nosotros miramos las nubes y les ponenos formas, si ellas hicieran lo mismo dirían "Mira, esa tiene la forma de estúpida a la que no le sale nada bien".

Quizá en otro momento mi pensamiento podría hacerme reír pero ahora mismo no.

- Oye, ¿tú no eres la pija que vino el otro día a mi casa? - Al principio no le hago caso y paso pensando que no me lo dice a mi hasta que se sienta a mi lado. - Te estoy hablando.

Miro a la persona que me está hablando y me encuentro con Óscar, el que faltaba.

- Perdona, no sabía que me lo decías a mí.

- ¿Estás bien? - Me pregunta seguramente al darse cuenta de que estoy llorando.

- ¿Por qué me preguntas eso? - Le digo sarcástica. - ¿Por las lágrimas que caen de mis ojos o por la mierda de vida que tengo?

- No, porque hay una chica guapa sola sentada en un banco y las chicas como tú no suelen estar solas. - Ya sé de dónde ha sacado el carácter Pol, supongo que viene de familia.

Óscar me ha hecho sonreír, a pesar de estar lleno de grasa y aceite de motor me acerco a él supongo mendigando un abrazo.

- ¿Te ha hecho algo Pol? - Me pregunta.

- No, y no le digas nada, por favor. - Miro mi reloj y me levanto apresurada. - Mierda, voy a llegar tarde, he quedado. Muchas gracias.

[...]

- Hola Gabi. - Me dice Tània haciendo señas con las manos para que vea donde está sentada.

- Hola. - Digo sentándome a su lado.

- ¿Estás bien? - Me pregunta la rubia cuando estoy a su lado.

- Hola, he tenido que traer a mi hermano, lo siento. - Dice Marc apareciendo con un niño al parecer su hermano. - Mira Pau, estas son Gabi y Tània, ¿A Tània la conocías?

- Marc, quiero el cómic. - Le dice Pau a Marc.

- Calla pesado. - Le dice este y Marc me mira atentamente. - Bueno, toma.

Gabieleven (Pol, Joan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora