XI

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Antes de todo gracias por las visitas y los votos, espero que disfrutéis la historia.

Los chicos fueron a la casa rural en la que ahora habitaban los Malfoy, o ahora los Tyson. El padre de Draco, quien ahora se hacía llamar Andrei Tyson había conseguido trabajo en unas oficinas cercanas, mientras Narcissa Malfoy, ahora Galya Tyson, cuidaba de la casa donde se ocultaban.

-Bien, mi padre acaba de venir del trabajo, quizás sería mejor que esperarais a mañana para el rescate y todo eso. -dijo el rubio comprobando que su padre no viniera.

-¿Y dónde quieres que durmamos? -preguntó Zabini. -Que ella me calienta pero no tanto. -dijo señalando a la pelirroja quien se sonrojó.

-Chicos, hay una pequeña cabaña por ahí, es como nuestro trastero, podéis quedaros ya que no iremos de momento, en caso de emergencia hay dos puertas. -dijo este. -Seguid para allá.

Todos hicieron caso menos la castaña quien se quedó mirando al Slytherin.

-Te he echado de menos. -dijo esta.

-No han pasado ni dos días. -sonrió el rubio. -Pero he de admitir que yo también a ti. No soportaba la idea de perderte, no ahora.

Hermione sin poder aguantar más comenzó a llorar abrazándose al chico. Tenía miedo, miedo a que todo saliera mal y Draco sufriera las consecuencias.

-Prometeme que todo saldrá bien. -dijo Hermione con sus brazos rodeando a este.

-Lo prometo leoncita, te amo. -

-Yo a ti más hurón. -dijo está riendo y besándolo en los labios, una sonrisa se formó en el rostro de Draco, habían sido solo dos dias, pero dos días en los que no había besado a la castaña, no había intercambiado palabra y no la había podido observar incansablemente en clase.

Hermione se despidió del rubio para ir a la cabaña. Rozó sus labios recordando el beso con el rubio y se durmió en pocos minutos.

-Draco hijo, ¿que tal las clases? -preguntó su padre.

-Bien padre. -dijo este sin expresión alguna.

-Hijo, tengo un regalo para ti, pero he de ir a buscarlo. ¿Quieres venir? -preguntó Lucius.

-¿Un regalo? ¿Dónde? -dijo este extrañado por un regalo de parte de su padre.

-Esta en el trastero, te va a encantar. -dijo este poniéndose su abrigo. Draco palideció, encontrarían a todos los demás. No había forma de avisarles.

-Papa puedo ir yo y así tú descansas después de trabajar todo el día. -intentó Draco.

-No es necesario, quiero dártelo yo. Vamos hijo. -dijo este abriendo la puerta y haciendo que el aire frío entrara en la casa. Este asintió apenado, tenía miedo. Salió con varita en mano con la intención de desmayar a su padre para que esté no recordará nada.

Los dos caminaban hacia la cabaña, la varita de Lucius iluminaba el camino hacia esta.

-¡Desmayus! -Gritó el padre de Draco a este. -Levicorpus. -el cuerpo inconsciente de Draco se elevó en el aire, hizo lo mismo con los intrusos que se encontraban en su trastero.

Draco despertó en un desván. sus manos estaban encadenadas a una tubería, su varita y otras tantas permanecían en una mesa a unos metros. Miró a su alrededor, allí estaban todos.

-Granger. -la llamó.

-Hmm... -dijo está abriendo los ojos. -¿Draco? ¿qué hacemos aquí? ¿donde estamos?

-Mi padre debió traernos, nos ha cazado Hermione. A todos. Si pudo escapar de Azkaban no le sería difícil encontrar a cinco estudiantes en su cobertizo. -dijo Draco mirando a los demás. -Hey despertad. ¡Despertad mierda!

-¡Callate la boca hurón! -dijo Blaise una vez despierto. -¿Donde coño estamos?

-¿Luna? ¿Donde está Luna? -preguntaba Theo paranoico.

-Estoy aquí Theo. -dijo está acomodándose. En cambio, Ginny continuaba dormida.

-¿Gin? -preguntó Blaise.

-¡Ginevra Molly Weasley! -gritó Hermione.

-¡Yo no me comí el cupcake! -gritó está de golpe. -¿Donde estoy?

-Estamos. -corrigió el rubio. -Chicos, no pude avisaros, mi padre me llevó al cobertizo queriéndome dar un supuesto regalo, entonces me lanzó un desmayus y he despertado como vosotros. –

–Draco, ¿estas bien? –preguntó Hermione.

–Si, no te preocupes amor. –dijo este sonriendola.

–Saldremos de aquí...

–Vaya, ya estáis todos despiertos. –dijo Lucius.

–Padre, saquemos de aquí, por favor.

–¿Ahora súplicas? –preguntó este. –Se lo que ha ocurrido, tengo mis contactos.

–¿Contactos? –dijo está vez la castaña.

–Pasa chico. –dijo Lucius invitando a un chico a entrar, este estaba con una capucha.

–Cuanto tiempo, chicos. –dijo este retirándose la capucha.

–¿Ron? –dijeron todos al unísono.

–¿Como has podido? –dijo Hermione. –Eras tú el que decía de no fraternizar con el enemigo.

–Eso fue antes de que tú nos traicionaras a Harry y a mi.

–¿Harry tambien está en esto? –preguntó está vez su hermana.

–No, el muy cobarde no quiso. –dijo el pelirrojo.

–Ronald soy tu hermana. –dijo Ginny.

–¿Ahora lo eres? –dijo este.

–Ya basta de charlas. –dijo Lucius. –Todos tendrán su merecido castigo...

Now (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora