Now (Dramione)

II

Hermione no recordaba nada, solamente quedarse dormida en el sillón de la sala común, ¿Entonces como demonios estaba en su cama? ¿Malfoy la había llevado? No, imposible. No le dio más vueltas y se fue a duchar

Draco leía plácidamente aquel libro en la sala común.  Hasta que ella salió.
–Malfoy, ¿Ese libro no es el que perdí en primero? –dijo sacándolo de sus pensamientos.
–No lo sé. –mintió. –Lo encontré en un pasillo.
–¿Me dejas ver? –dijo sentándose a su lado.
–Claro. –dijo tendiéndole el libro. El pelo aún mojado de Hermione caía por su hombro mojando el jersey de Gryffindor. Esta al percatarse de la mirada del rubio levantó la cabeza para verle mejor. Draco le apartó un mechón de pelo mojado de la cara para poder apreciar su rostro. Ella sonrió ante aquel gesto y el le devolvió la sonrisa de lado. Hermione siguió leyendo el libro y en un momento despistado del rubio está se acercó ligeramente a él. Este al percatarse de ello acercó su cabeza para ver qué página leía tan interesadamente. Tan centrada que estaba ella en su lectura y el en la lectora que las horas se pasaron volando.
–Granger, se ha hecho algo tarde. –dijo el rubio levantándose.
–¿Que? Oh mierda ¡no llegaremos a clase!
–Si con el giratiempos. –añadió Malfoy.
–¿Cómo sabes eso? –dijo la castaña extrañada.
–En tercero, cuando me golpeaste, vi la cadena dorada única del giratiempos.
–Oh, sí. Perdón por golpearte. –dijo la castaña algo sonrojada.
–No importa, me lo merecía en cierto modo. Esa gallina deforme era más fuerte de lo que imaginaba y estaba muy nervioso. –Hermione río ante el insulto hacia Buckbeak.
–Bueno será mejor que utilicemos el giratiempos ya. –tanto Draco como Hermione viajaron al pasado para asistir a pociones. Hermione tenía el pelo encrespado gracias al vapor que desprendía su poción mientras Draco la miraba gracioso, una estudiante de Hufflepuff consiguió preparar la poción perfecta, y Hermione se quedó de brazos cruzados, miro a Draco quien la miraba divertido, rodó los ojos y siguió mirando con odio a la Hufflepuff.
–¿Celosa Granger? –susurró Draco.
–En absoluto. –dijo entre dientes. Draco rió.

Subieron a la sala común, Hermione iba delante con su pelo encrespado mientras Draco reía por su espalda.
–¿Oye Granger tú peinado es exclusivo para mí? –dijo riendo.
–Especialmente. –dijon con sarcasmo. –me voy a duchar. –dijo al llegar a la sala común de premios anuales.
–Como sea pelo erizo. –dijo Draco sentándose. Cogió el libro de Hermione, pasó su nariz aspirando el olor de sus manos, suspiró. Ella era tan especial para él, y el era tan desconocido para ella.

Tras la ducha estuvieron conversando sobre su libro, el cual les daba tema de conversación cada noche.
–Bueno Granger, y aparte del romance en los libros ¿Hay alguno real en tu vida? –dijo Draco interesado.
–Bueno... Se podría decir que sí. Ron y yo salimos desde hace un tiempo...
–Vaya la comadreja. No sé porque no me extraña. –dijo Draco sarcástico. –¿Y por qué no recibiste ninguna carta de él?
–Ron y yo... Bueno no estamos muy bien. Desde que me fui a Hogwarts él empezó a hablar con Lavender Brown.
–¿Su ex?
–Si, me decía que era para distraerse pero creo que ella y Ron... –en ese momento una lágrima cayó por su rostro y su rostro se tornó triste.
–Eh... –dijo Draco secando aquella lágrima. –Si él no te valora corta con él.
–Pero Harry es su mejor amigo y Ginny su hermana... Quizás se enfadarían conmigo.
–Si verdaderamente son tus amigos no se enfadarían. –dijo tratando de abrazarla.
–Gracias... Supongo. –correspondió el abrazo. –Malfoy, ¿Desde cuándo te preocupas por mí?
–Desde que no me gusta verte llorar. –dijo.
Ella y Draco se fueron a dormir, aquella noche les había unido mucho más de lo que ella esperaba.

–Draco tío ¿en qué piensas? No has probado bocado en toda la comida. –dijo Theodore.
–Eso Draki. –vaciló Zabini.
–No pienso en nada. –dijo seco, comenzando a comer algo. Echó un pequeño vistazo a la mesa de Gryffindor, donde Hermione charlaba feliz con Ginny.
–Sabes, la pequeña de los Weasley me parece agradable. –dijo Zabini. –Me gustaría hablarla.
–¿No te gustará no Blaise? –dijo Theodore pícaramente.
–¿Te recuerdo cuando te pillé mirando a Lovegood?
–¿Mirabas a Lunática? –se interesó Draco, quien no había hecho ningún caso a nadie hasta el momento.
–¿Que? Yo no... ¡Dejad de reíros! –explotó Nott.
–¿Y tú qué Draco? –dijo Blaise.
–Eso, compartes habitación con la amiga de Potter, ¿Has ligado algo? –añadió Theo.
–¿Yo? ¿Con la sangre sucia? Ni hablar.
–Pero está buena. –replicó Theo.
–Y es inteligente. –dijo Zabini.
–Mas que tú seguro Blaise. –rió Draco.