VI

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Harry se encontraba tumbado en su cama, Ron, a su lado lo miraba intrigado.
–¿Piensas en mi hermana a menudo? –preguntó el Weasley.

–A veces. –contestó el ojiverde. –¿Y tú en Hermione?

–A veces. –contestó el pelirrojo. –¿Sabes que comparte habitación con el hurón de Malfoy?

–Quien sabe, puede que...

–Ni lo nombres, Hermione se merece algo mejor, solo que yo era demasiado.

–Si, como sea. –dijo Harry rodando los ojos ante el comportamiento egocéntrico de su compañero de piso. –¿Sigues con Lav?

–Sí, no rechista, no dice nada, se dedica  a mirarme y a adorarme como el dios que soy.

–A veces me hartas. –dijo Harry. –Echo de menos a Ginny... ¿Crees que volvería conmigo?

–No tendrá a nadie mejor, seguro que sí. –dijo el Weasley. –Les visitaremos.

–Vale, vamos. –dijo Harry.

Harry y Ron se aparecieron en Hogsmeade, caminaron hacia Hogwarts, un montón de recuerdos aparecieron en sus mentes, pasaron a comprar unas grageas para recordar su sabor.

Al llegar a Hogwarts preguntaron por Hermione Granger y por Ginny Weasley. Fueron hacia los jardines, uno de los sitios donde solían situarse las chicas, allí el rostro de ambos palideció, Blaise coqueteaba con Ginny, Hermione leía sobre el regazo de Draco y Luna jugaba corriendo por ahí con Theodore.

Un Ron furioso se acercó a su hermana y a Hermione. No pensaba permitir que su hermana saliera con tal serpiente ni que su ex fraternizara con el enemigo.

–¡¿Gin que crees que haces?! –preguntó Ron tomándola del brazo.

–¿Ronald? ¡Suéltame pedazo de carne comepollo! –gritó la pelirroja.

–Sueltala Weasley. –dijo Zabini.

–¿O que? –dijo Ron con su hermana aún sujeta.

–¿I qui? –se burló Blaise. –Pues toma ¡Desmaius! –Ron salió disparado por los aires y él sujeto a Ginny.

–¿Ron? –preguntó Hermione. –¡Pedazo de canalla despreciable como te atreves a aparecer aquí y atacar a Ginny! ¡Tarantallegra! –gritó Hermione, al momento las piernas del pelirrojo comenzaron a bailar sin parar.

–¡Finite Incantatem! –dijo Harry. –¿Vamos a pelear todos? ¿Enserio?

–Tú... –dijo Ginny. –No te atrevas a hablar.

–¿Y tú qué haces fraternizando con el enemigo? –dijo Ron al lado del ojiverde.

–Yo le mato. –dijo Hermione entre dientes, Draco la tranquilizó tomando su mano. –Mira Ron, no tienes ningún derecho a reclamar nada. Vete, por favor.

–Cállate sangre sucia. –soltó el pelirrojo. En ese momento Draco estalló.

–¡Desmaius! ¡Expelliarmus! ¡Rictumsempra! –Ron salía disparado con cada hechizo, terminó Draco sobre Ron. –Y está de parte de Hermione. –entonces le dió un puñetazo en la cara y este comenzó a sangrar por la nariz. Draco se levantó, Harry cogió a Ron y se fueron rápidamente.

Hermione comenzó a llorar al igual que Ginny. Los chicos las abrazaron, Luna y Theodore quienes habían sido ajenos a la discusión se juntaron al grupo y se unieron al abrazo.

–No puedo creer que me haya llamado eso... –decía Hermione entre lágrimas.

Los siguientes días fueron tensos, nadie decía nada sobre lo ocurrido, pero la tensión se notaba en el ambiente. Hermione se había encerrado un día entero en su habitación leyendo, al parecer les dijo a los profesores que estaba enferma aunque Draco sabía que no era así ya que la vio salir hacia el baño y estaba perfectamente.

Ginny y Blaise estaban algo afectados pero no tanto como Draco y Hermione. Habían intimidado mucho durante ese poco tiempo, conocieron cosas el uno del otro que jamás imaginaron, se completaban el uno al otro.

Luna y Theodore seguían igual de bien, Luna, tan inocente como siempre siempre saludaba y se iba con un beso en la mejilla del chico que alguna vez se tornaba en uno en la boca por parte del chico. Todo iba bien entre ellos, el Slytherin escuchaba las historias sobre criaturas mágicas de la rubia y ella le hacía regalos hechos a mano cada poco.

–Herms. –decía Draco al otro lado de la puerta. –No estés mal por ese imbécil.

Silencio.

–Hermione, por favor... Echo de menos tu sonrisa. –dijo apenado el rubio. La castaña salió al fin, miró al Slytherin y le abrazó, se aferró a su cuello y lloró, este, en silencio, le correspondió el abrazo. Ambos, abrazos en silencio disfrutaron el uno del otro.

–¿Estas mejor? –dijo Draco una vez que se separaron.

–Es extraño. –decía Hermione. –A veces echaba de menos a Ron, ahora solo quiero matarle.

–Si te sirve de consuelo, yo le he querido matar desde siempre. –dijo el chico intentando hacerla reír. –¿Tu y yo estamos bien?

–Claro que sí.  –sonrió levemente la Gryffindor. Entonces le besó en los labios. –Como te quiero.

Las cosas iban mejorando poco a poco, pero llegaba un mal mayor. Al día siguiente el Profeta anunciaba una noticia aterradora para el rubio.

"Lucius Malfoy ha escapado de Azkaban"

Now (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora