Estuvimos caminando un par de horas, por supuesto habíamos descansado, pero no había mucho tiempo, por suerte un hombre con un buen auto y suficiente combustible pasó por allí y logramos... Tomarlo prestado para siempre.
Me encuentro conduciendo por una ruta desierta, tenemos un largo trecho por delante, tal vez unos días de viaje.
Jacob está dormido en el asiento delantero, justo a mi lado, babeando como todo un perrito.
No puedo evitar soltar una risita al mirarlo, pero dejo de hacerlo y miro el frente, aunque no dejo de pensar en él.
Sus cabellos dorados y destellantes, sus ojos celestes, ni muy claros ni muy oscuros, con el tono exacto para no salir de mi mente. Su sonrisa de dientes perfectos que brillan como perlas. Su piel tan suave como tela de seda. Su cuerpo de Dios griego con esos abdominales marcados a la perfección...
Pego un volantazo y reacciono, casi olvido eso... ¡Lo había visto con su torso desnudo, me había quedado en shock, me había vuelto un tomate y había tartamudeado como estúpida! No podía sacar la imagen de mi cabeza, todo ocurrió hace sólo unas horas.
-¿Qué fué eso? -Jacob despierta y frota sus ojos.
-N-Na-Nada -respondo con dificultad y leves tartamudeos, en mi tono se notan los nervios que me invaden.
<<No leas mi mente, no leas mi mente, no leas mi mente>>
-Así que pensando en mí... -El rubio suelta una risa.
-¿Por qué lees mi mente todo el tiempo? -Exclamo y suspiro con un poco de rabia, y bastante sonrojada.
-No lo hice... -Sonríe victorioso y orgulloso.
-¿A-Ah n-n-no? -Me avergüenzo por completo, lo sabía, incluso sin revisar mi cerebro. ¿A caso era tan predecible?
Niega con la cabeza, se ríe mucho pero luego me mira y sonríe.
-Tranquila, también pienso en tí a menudo -Un leve rubor se hace presente en sus bellísimas mejillas.
-¿En serio? -Lo miro impactada. Realmente esperaba sólo una burla.
-Si... -Agacha la cabeza con algo de vergüenza pero la levanta y rapidamente señala hacia adelante.
-¡Ciudado!
Logro esquivar una sombra de alguien, freno rápido y me bajo furiosa, pudo romper el coche, matarme a mí, o a Jacob.
-¿Está loco? -grito furiosa.
-Algo asi... -Suelta una risa.
-Casi nos mata imbécil.
-Así es como sonaría una hija de Hades...
Me quedo en shock, sabía quién era, se suponía que nadie en el mundo mortal conocía de nosotros realmente.
-¿Quién eres? -Jacob se acerca a mí y se pone delante para protegerme.
-Mi nombre... -Sale de las sombras -Es Hermes...
-Dios de las cartas y el robo.
-Soy el Dios mensajero y de los rufianes -corrije con orgullo.
-¿Qué quieres de nosotros?
-Tu vida Smeart'.
Saco el palo de mi espalda con furia.
-Pues ven por ella... -Mis ojos y manos se prenden de ira.
-Así será... -Se ríe y lanza cartas que lastiman a Jacob y parte de mi brazo, aún siendo de papel, sus puntas parecen afiladas como los dientes de un tiburón.
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Smeart', Tartar Princess
SonstigesLa mitología griega está llena de relatos de héroes, Dioses, y también mestizos, compuesta por peleas, traiciones, engaños, lujuria, incestos, y muchas cosas más que la hacen realmente increíble y misteriosa. Los tres Dioses tenían el acuerdo de n...