Smeart', Tartar Princess

Capítulo 17

  Luego de varias horas de viaje, llegamos a Las Vegas, el olor a alcohol y apuestas se sentía desde antes de entrar al lugar.

  -Bueno Smeart', hemos llegado al reino de las apuestas -Jacob suelta una carcajada.

  -Así parece Apoloson, espero por favor que no sepas jugar al póker -también me río.

  -Si, sé jugar, pero le tengo miedo a las apuestas.

  -¿Por qué?

  -Porque soy muy malo mintiendo.

  Ambos nos reímos y bajamos del autobús. Comenzamos a caminar por las calles en dirección al Oeste para llegar a Hollywood.

  -Según el mapa, allí hay una entrada al inframundo que nos lleva al río por el que navega Caronte.

  -Uf... Ese señor... -Jacob agarra el cuello de su camisa y lo estira para demostrar nervios.

  -Oh vamos, no será tan malo.

  -No creo, seguro nos dice: "Dile a tu padre que me aumente mi salario, esos pocos dracmas no me alcanzan".

  Nos volvemos a reir.

  -Bien... ¿Hacia dónde?

  -No lo sé...

  -¡Oigan muchachitos! -Una voz desconocida nos grita detrás nuestro.

  Volteamos intrigados.

  -¿Si? -Jacob pregunta poniéndose delante de mí.

  -Smeart'...

  -¡Señoras! -Sonrío al saber que son mis vecinas.

  -¿Qué hacen en Las Vegas unos jóvenes como ustedes? -Una de las señoras pregunta mirando a Jacob de arriba hacia abajo mientras frotaba su lengua contra su labio inferior.

  -Venimos de paso -Apoloson contesta nervioso mientras retrocede un poco.

  -¿Ustedes qué hacen aquí? -les sonrío.

  -Oh... Venimos a jugar querida, y a buscar carne fresca en esta gran ciudad -Se miran y se ríen diabólicamente, eso no me incomodó, pero Jacob parecía aterrorizado por ello.

  -Qué bien -largo una risa.

  -Bueno, deberíamos seguir camino Smeart' -Jacob me agarra el brazo y me mira algo desesperado.

  -Si... Tienes razón, bueno Señoras, fué un gusto haberlas visto otra vez.

  -Oh querida, no hay de qué.

  -¿No les gustaría quedarse en nuestro hotel? Podemos alquilarles una habitación y así no tendrían que caminar de noche.

  -Es muy peligroso, la gente alcoholizada y los ladrones se vuelven la cara oscura y común de Las Vegas.

  -Yo... No queremos ser molestia -Jacob contesta por mí.

  Las señoras se hechan a reir.

  -Oh chiquillos, no es ninguna molestia, con la fortuna de las hermanas Ricks, nosotras, por ser expertas en póker, se puede permitir alquilar un cuarto una noche más.

  Yo sonrío y asiento.

  -Muchas gracias Señoras Ricks -Ambos al mismo tiempo.

  -No hay de qué jovencitos, vengan, vamos a cenar en algún restaurante y luego les alquilaremos su habitación.

  Las señoras nos señalan un bonito restaurante a unos pasos frente a donde nos encontrábamos parados. Comenzamos a caminar en dirección hacia allí y entramos.