Capítulo 38

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Abro mis ojos lentamente, todo se ve borroso, el edificio muy deteriorado, incluso cae polvo del tejado, junto con piedras diminutas. Levanto suavemente mi cabeza y el cuepo, cuando mi vista empieza a mejorar, observo a la hija de Hefesto, está armando algunas cosas con materiales que encuentra por allí.

-M-Melania -Un dolor invade mi cabeza cuando intento levantarme completamente.

-¡Princesa! -Corre hacia mí y me acomoda- Será mejor que descanse... Tiene un golpe muy fuerte en la cabeza -Su rostro parece muy preocupado y asustado, seguro estoy sangrando, y por la forma en que me miran sus ojos, demasiado.

-¿D-Dónde están los demás? -La miro algo preocupada.

-Están buscando algo de comer y provisiones para quedarnos aquí... Con usted en este estado no podemos avanzar -Me recuesta suavemente.

-¡C-Claro que no! -Niego a pesar del dolor -¡Avanzaremos!

-P-Pero princesa, A-Apolo dijo que...

-No me importa -La interrumpo secamente -Seguiremos camino, prepara nuestras cosas... -Suspiro, buscando un poco de calma, ya que ella no tiene la culpa de lo sucedido -Por favor...

-S-Si señorita... -Corre hacia todo lo que tenemos y empieza a organizarlo para partir.

-¿Qué haces? -Pregunta Yannick, quien entra junto a las divinidades y ve a Melania preparando lo que tenemos para salir.

-La princesa dijo que...

-¡Dijimos que no lo hicieras! -Ares la mira con seriedad.

-Y-Yo -Se le notan las lágrimas.

-Smeart', si decimos no ¡ES NO! -Apolo se acerca a mí bastante furioso, luego mira a Melania con menos ira.

La hija de Hefesto sale corriendo y llorando del lugar.

-¡Yo le dije que lo hiciera, no tenían por qué gritarle a la pobre chica! -Me levanto bastante enfadada.

-¡Debes hacer reposo! -Ares se acerca, quedando junto a Apolo.

-¡Debería! -Acoto -¡Pero ahora debo arreglar el error de ustedes! -Los miro bastante enojada, camino hacia la salida con dificultad y busco a Melania con la mirada. Está sentada en unos escombros, lagrimeando, con ambas manos en su rostro, y su cabello que lo oculta.

Me acerco a ella después de suspirar con fuerza, al llegar a su lado, coloco una mano en su hombro lo más suave posible, intentando consolarla.

-Y-Yo... No quería... L-Lo arruino siempre y... -Lagrimea y solloza con fuerza, se siente realmente culpable, aunque no lo sea.

-Escúchame... Tú viniste a ayudarme a mí, no debes oírlos a ellos... ¿Entendido? -Tomo su rostro y lo levanto con cuidado, haciendo que me observe -Tú haz lo que yo diga y estaremos bien... -Esbozo una pequeña y rápida sonrisa.

-S-Si... Si señorita -Asiente algo animada mientras se limpia las lágrimas.

-Bien, ahora volvamos -Tomo su mano para dirigirla hacia la casa nuevamente y sostenerme, el golpe en mi cabeza realmente es grave, pero no debe detenerme.

Entro con un rostro seco, frío, y bastante molesto.

-Smeart'... Por favor entienda que...

-No, Yannick -Interrumpo bastante seria -Nos vamos a ir y se acabó.

-¡No llegarás a ningún lado en ese estado, Smeart'! -Apolo se coloca frente a mí, de forma imponente.

-¡Tampoco llegaré a ningún lugar si no voy al Olimpo lo más pronto posible! -Grito bastante fuerte, hay un silencio incómodo en el lugar, sólo se oyen nuestras respiraciones.

-Bien... -Ares se levanta del gran escombro en el que estaba sentado, luego de unos segundos sin un sonido -Nos iremos... -Se acerca lentamente hacia mí, enfrenta su rostro con el mío, este tiene un semblante muy serio -Pero... No nos haremos responsables de tu debilidad, si te ocurre algo, te dejaremos allí -Me señala el pecho sin romper el contacto visual.

-Bien... -Gruño entre dientes bastante molesta -Pero ahora, le pedirán disculpas a Melania, ella no tiene la culpa de que yo sea terca, y tampoco de lo que yo le ordene a hacer, está aquí para mí, no para ustedes -Aparto su rostro con el dedo índice en su frente -¿He sido clara, señores?

-Si... -Los tres cruzan los brazos algo ofendidos por mis palabras.

<<Esto del "Orgullo Masculino"...>>

-No es necesario señorita... -Melania agacha su cabeza algo avergonzada y triste.

-Si yo digo que si, lo es, vinieron aquí a ayudarme a mí, así que también harán lo que les pida.

-Lo siento... -Las divinidades y el hijo de Atenea resoplan mientras ruedan sus ojos cuando los vuelvo a observar al terminar mi frase.

-E-Está bien... -La hija de Hefesto asiente con timidez y acomoda su cabello.

-Bueno, ahora nos vamos -Tomo mis cosas con rapidez y me dirijo hacia la salida de aquella edificación en ruinas.

-P-Princesa... -Melania corre hasta mí y toma mi mano.

-¿Qué sucede? -La miro con seriedad, en estos momentos mi ira y dolor no me dejan pensar claramente lo que hago y digo, ni siquiera con quién estoy y qué debo hacer.

-E-Estamos todos muy adoloridos y cansados... S-Sé que no debería decir esto pero... -Suspira cerrando sus ojos con algo de melancolía -¿Cree usted que Jacob la dejaría salir en estas condiciones? -Me observa esbozando una diminuta sonrisa algo triste.

-Y-Yo... -Me quedo sin palabras, recordar su nombre, su forma de hablar, sus acciones, sus caricias... Todo eso estremece mi piel, tal vez... Demasiado.

-Las dos sabemos que él querría lo mejor para usted... Y nosotros, aunque no parezca y no nos conozca tanto, también lo queremos... -Coloca una mano en mi hombro -Por favor...

-Lo sé... -Suspiro, apartando mi rostro y cerrando los ojos, lo único que puedo hacer -Bien... -Gruño levemente molesta luego de unos segundos de silencio -Nos quedaremos... Pero saldremos mañana temprano.

-¡Gracias princesa! -Asiente algo entusiasmada y sonríe, hace una leve reverencia y se dirije hacia los otros, quienes están sentados en círculo alrededor de unos escombros pequeños, con algo de emoción y rapidez.

-Si... No hay de qué... -Murmuro con tristeza, volver a pensar en Jacob en situaciones así, me hace sentir realmente sola.

Al pasar las horas, me encuentro recostada en una manta vieja, observando el tejado del lugar, a pesar de que no tenga nada especial.

No puedo dejar de pensar en todo lo que he vivido desde que descubrí quién soy hasta hoy... Semidioses, dioses, Hades, Tártaro, Princesa, Zeus, Muerte, Apolo, Música, Guerra, Ares, Hefesto, Afrodita, Atenea, CHB... Tantas cosas que juegan un rol directo o indirecto en mi vida... Que ya no sé si es producto de una demencia mía o si realmente es mi maldita vida...

-No sé si puedas oírme ahora, Jacob... -Suspiro entre el silencio de la oscura noche -Pero necesito saber que estás conmigo... N-No puedo sin... -Trago saliva suavemente, entre una breve pausa -N-No puedo sin tí... -Unas lágrimas escapan rápidamente de mis ojos y recorren mi rostro, son tibias, grandes y brillantes, con todos los recuerdos de ambos dentro... Cargadas de risas, tristezas, ánimos y... Amor...

Cierro los ojos a punto de dormir, aún mis lágrimas no se detienen, no logro calmarme.

Unos minutos después de un largo silencio e intento de consuelo, siento una mano muy ligera acariciando mi cabello, estos están acompañados de una suave brisa alrededor de mis oídos, que suelta una melodía casi inaudible, pero muy hermosa, con su voz...

-Jacob... -Susurro mientras una sonrisa se asoma por mis labios, sin abrir mis ojos.

Antes de que esta dulce melodía terminara, caigo en un profundo sueño...

Smeart', Tartar PrincessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora