Smeart', Tartar Princess

Capítulo 39

  *Hola a todos, disculpen la ausencia, no abandoné 😅 estaré subiendo caps siempre que pueda, pronto terminaré el libro y me pondré a editar todos los capítulos para que queden mucho mejor. Pido disculpas por mi poco conocimiento para escribir y mi oxidación estos días para crear capítulos o nuevas ideas. Si algo piensan que puede mejorar o debería cambiarse, coméntenlo sin problemas. Espero que sigan disfrutando, gracias por el apoyo que le dan al libro y les deseo lo mejor, más en estos tiempos, saludos! ❤🤗*

  P.D: Estaré editando el capítulo estos días, hoy lo subo porque ya están las ideas principales, pero en menos de una semana ya estará mejorado 👌

  Han pasado tres días desde el incidente con mi madre... O bueno, Némesis. Los Dioses siguen acompañándonos a cada paso. Aunque no me agraden tanto, reconozco que nos han ayudado demasiado.
 
  En cuanto a Yannick y Melania, siguen sin confesarse. Aunque todas las señales de que se gustan se sienten hasta en el inframundo, ninguno tiene el coraje como para comenzar la relación.

  Reconozco que me costó mucho decirle a Jacob que lo amaba, de hecho, no lo hice hasta su muerte, y de verdad me arrepiento.

  Jacob... Es la única persona que da vueltas en mi mente desde que llevamos caminando, no he podido dejar de pensar en su sonrisa, su música, sus caricias, sus palabras.

  -¡Oye, Smeart'! -Un grito con tono grave me detiene.

  Volteo lentamente y algo confundida por la interrupción repentina de mis pensamientos.

  -Deberíamos descansar un poco... -El Dios musical señala a los semidioses cansados, que caminan lentamente arrastrando los pies.

  -Está bien ¿Dónde deberíamos quedarnos? -Lo observo cruzándome de brazos.

  -En cualquier lugar bajo techo, algún hotel o algo así.

  -¿Sabes que se pagan con dinero los cuartos? Ya se nos acabó hace unos
días -Melania lo observa intrigada mientras se detiene a descansar.

  -Es claro que lo sabe, seguro tuvo muchos romances humanos, conocerá cada hotel de este maldito Estado -Le dedico una mirada sonriente pero sarcástica.

  Los otros lo observan con intriga pero en completo silencio.

  -¡Es mi vida! ¿En qué les afecta lo que haga o con quien tenga
relaciones? -Exclama bastante exaltado por las miradas.

  -¡A mí me afectó demasiado, mira dónde está Jacob ahora, gracias a
tí! -Grito con furia.

  Ya no puedo resistir más, había comenzado a salir toda la ira que llevo dentro desde hace días, y sé que no va a detenerse hasta expulsarse por completo.

  -¡¿A mí?! ¡No señor, yo no hice que te siguiera, fué tu culpa, tú lo dejaste acompañarte! -Se acerca cerrando los puños, pero Ares lo detiene.

  La imagen de la flecha atravesando el pecho de Jacob se recrea nuevamente en mi mente, pero esta vez me veo a mí misma. Siento cómo esa filosa punta penetra mi alma, mi pecho, con lentitud, generando un dolor agudo e imponente.

  Mientras comienzo a perder el equilibrio en mis pensamientos, escucho esas palabras en susurros agonizantes: "Tú lo dejaste acompañarte".

  -Es cierto... Es cierto... -Susurro devastada- ¡Es mi maldita culpa! -Grito con todas mis fuerzas para caer al suelo de rodillas, llorando fuertemente.

  -¡¿Ya ves?! ¡Ahora cállate! -Apolo se suelta de las manos del Dios guerrero y me dedica una mirada odiosa.

  -Me voy a callar... -Tomo la carta de mi padre y la prendo fuego- ¡Pero para siempre! -Más lágrimas, desesperadas, caen por mis mejillas, mientras mi rostro refleja la furia que llevo dentro.