Capítulo 37

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  Mi madre se lanza directamente hacia mí, con espada en mano, sus alas intimidantes comienzan a bloquear mi vista, pero mi estúpido y shockeado cuerpo no puede reaccionar ante eso.

  -¡Detente, Némesis! -Apolo le lanza ondas a la cara, haciendo que esta caiga al suelo.

  -¡Se supone que debemos matarla! -Grita al levantarse -¡Es orden del padre Zeus!

  Unos estruendosos truenos junto a relámpagos mortales caen y se oyen cerca de nosotros, haciendo que el suelo tambalee levemente.

  -¡Es una adolescente, tu hija Némesis! -Ares grita con fuerza.

  -¡Maldita sea Ares, ninguno de nosotros trata bien a sus hijos, sólo lo haces porque está buena y al ser menor, puedes tener oportunidad con ella! -Némesis levanta su espada sobre su cabeza, haciendo un destello de luz entre blanca y amarillenta -¡Invoco ahora mismo a las diosas Erineas!

  Unas figuras femeninas descienden al instante.

  -¡Maldita sea! -Apolo saca su arco y flecha, mientras que Ares su escudo y una larga lanza dorada.

  -¡Que los malditos traidores paguen por sus ofensas! -La Diosa de la Justicia lanza la luz hacia las Erineas, éstas rápidamente desaparecen por unos segundos, pero luego se vuelven un humo grisáseo y denso, que rodea a Apolo y Ares.

  Los Pseudólogos las siguen, volviéndose un humo más liviano y sutil, pero que puede ser engatuzante con sus mentiras.

  -Que empieze mi justicia... -Némesis corre hacia mí y se lanza con desespero, y arma preparada.

  -¡No! -Unas dagas chocan contra la gran espada, haciendo que la Diosa de la Venganza falle en su intento por lastimarme.

  -¿Quién se...? -La deidad de la justicia voltea -Tú...

  -Soy Yannick, y estoy aquí para proteger a la princesa -El joven de ojos grises prepara sus armas con disposición y sin miedo alguno.

  -Descuida... Pagarás al igual que ella por tu traición al Olimpo -Némesis eleva su espada, generando más luz en esta, y se arroja hacia el hijo de Atenea con furia en sus ojos.

  -Eso ya lo veremos... -El joven se lanza hacia la Deidad femenina con estrategia, comienzan a pelear bruscamente mientras Melania construye algo para ayudarlo.

  Yo sólo logro levantarme realmente shockeada, me invade una gran conmoción y temblor por todo el cuerpo, quiero salir corriendo y gritar, explotar de ira.

  Apolo y Ares luchando contra sus propias realidades y mentiras.

  Yannick sacrificándose en manos de Némesis.

  Melania sufriendo por ayudarlo y no perderlo.

  Y yo aquí, inmóvil.

  Miro mis manos, empiezan a cargarse de una luz entre naranja y amarillo brillante, lo mismo por mis brazos, antebrazos, y todo mi cuerpo.

  -¿Smeart'? -Yannick frena para observarme, luego de un segundo, la espada de la divinidad atraviesa su estómago sin piedad alguna. Un grito desgarrador se oye por todo el cuarto.

  -¡Yannick! -La hija de Hefesto grita con fuerza y corre hacia él, destrozada y asustada.

  -Alto niñata... -Némesis la toma del cuello con fuerza y la levanta del mismo hasta estirar su brazo completamente.

  -¡D-Déjame! -La joven intenta patear a la Deidad, sin mucho éxito.

  Una ira crece dentro de mí, siento mis ojos realmente cálidos y fogosos, mis puños se cierran automáticamente, con una rabia muy difícil de contener.

Smeart', Tartar PrincessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora