Smeart', Tartar Princess

Capítulo 30

  Corro con todas mis fuerzas hacia donde se encontraba, no imagino otra cosa más que en el abrazo y el beso que le daría al verlo de pie, sano otra vez...

  -¡¿Dónde está?! -Escucho una voz muy familiar, que deseaba oír, pero no en ese tono.

  -Tranquilo, estamos para ayu...
 
  -¡DÍGANME DÓNDE ESTÁ, Y SI LE PUSIERON UN MALDITO DEDO ENCIMA JURO QUE VOY A DESTROZARLOS A AMBOS!

  -¡Jacob! -Grito cuando llego al lugar, está de pie, con sus ondas de forma amenazante y sus ojos de un violeta oscuro, mirando con furia a Ares y Apolo. Al oír mi grito voltea a verme, su rostro rápidamente se relaja, sus ojos vuelven lentamente a su color normal y sus ondas se desvanecen.

  -Smeart'... -Corre hacia mí con los brazos abiertos para luego rodearme con fuerza mientras acaricia mi cabello -Estaba tan aterrado...

  -¡Yo era la que estaba aterrada! -Grito mientras largo muchas lágrimas -Casi te pierdo... -Comienzo a calmarme lentamente -Pero entendí algo -Me separo de él con seriedad luego de unos segundos.

  Jacob me mira algo sorprendido y asustado por mi reacción, al igual que los otros.

  -No puedo salir adelante sin tí -Lo tomo de su camisa para acercarlo a mí y besarlo con suavidad.

  Apoloson al principio queda en shock, pero poco a poco me corresponde el gesto mientras me rodea calidamente con sus brazos.

  -Jamás te abandonaría Smeart'... -Me sonríe con ternura al separarnos, acomodando mi cabello con delicadeza.

  -No dejaré que lo hagas -Río suavemente.

  -Me parece bien -Ríe también para luego suspirar con alivio -Me alegra que no te haya ocurrido nada grave...

  -No debiste hacerlo, casi mueres por salvarme así... -Se escapan lágrimas de mis ojos.

  -Le prometí a tu padre que no dejaría que te ocurriera algo, y así será.

  -Jacob... -Sonrío mientras mis lágrimas se vuelven ríos en mi rostro.

  -Te quiero muchísimo Hadesdaughter...

  -Y yo a tí Apoloson -Lo abrazo nuevamente con más fuerza, él me devuelve el gesto mientras acaricia mi espalda, no sé que haría sin él, sin sus abrazos, sus caricias que ne hacen sentir en mi hogar... Creo que la frase: "Mi hogar está donde tú estás" comienza a volverse realidas conmigo.

  Unos segundos después, mientras seguimos abrazados uno al otro, se oye un ruido bastante extraño, Yannick voltea con seriedad hacia el lugar de donde provenía, observa por un tiempo el sector detalladamente y luego desaparece en el bosque al dirijirse en aquella dirección.

  Mientras esperamos que regrese hacia nosotros, Apolo y Ares son atrapados por una gran red, quedando colgados en un árbol dentro de ésta.

  -Demonios -Ambos furiosos intentan salir de la red sin éxito.

  -Pero qué diab...

  -¡No se muevan! -Una muchacha rubia de ojos verdosos aparece frente a nosotros con un objeto extraño en su mano.

  Apoloson y yo retrocedemos suavemente con las manos levantadas.

  -Si vienen a buscarme, no voy a volver ¡Jamás lo haré! -La rubia tiembla con miedo y sus ojos están cristalizados, está a punto de lagrimear.

  -No venimos a llevarte a ningún lado, sólo... -Digo con tranquilidad.

  -Son del campamento... Ellos son dos Dioses, vinieron a mi escondite, quieren llevarme otra vez allí... -Me interrumpe mientras se le escapa una lágrima y comienza a temblar aún más, avanzando hacia nosotros de forma amenazante.