⏳UN ESCAPE AL PASADO ⌛

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Tras mi viaje al pasado, había algo que me hacía sentir intranquilo, creía que debía hacer algo importante en aquella época, tal vez... Una prueba de mi propia amargura.

Una vez alejado de Boruto, le pedí al artefacto parlanchín que me llevará un momento al pasado, ésta accedió sin hacer preguntas.

Una vez aparecí ahí, en la antigua Konoha, guardé la tortuga para que recargara energía y emprendí mi búsqueda, por supuesto, el objetivo; Sasuke Uchiha de esa época. Consideré que sería divertido verme a mí mismo cabreado por los celos, por qué sí, desde ese tiempo me gustaba la molesta de mi compañera y aborrecía a cualquier presumido que era mejor que yo.

Era una bobería, pero siendo honesto, jamás tendría esta oportunidad, y claramente, no afectaría el futuro.

Caminé por la aldea de la mamera más desapercibida posible, hasta que los encontré, aquella época de genin dónde hacíamos limpieza y encontrábamos gatos perdidos.

Miré escondido entre los árboles al equipo siete, en especial, a la chica de cabellos rosas que siempre estaba alrededor del Uchiha orgulloso, que como siempre, fingía ignorarla. Sonreí ante la situación, recuerdo perfectamente bien que ella quería ir a dar un paseo al terminar la misión, como era de esperar, Naruto y Kakashi partieron, y ella me siguió como un perrito. Era el momento justo para mi aparición.

—Deberías entrenar tus jutsus, eres la más débil del equipo — le dijo mi yo del pasado, con intención de apartarla —realmente eres una molestia...

Ella se congeló, dejó de seguirlo, entonces yo aparecí frente a ella, mi capa se removió con el viento haciendo la aparición más genial posible, había estado practicando todo en mi mente.

—Hola, señorita — dije con voz gruesa y semblante serio, sus ojos verdes brillaron y sus mejillas se sonrojaron, perfecto, había conseguido lo primero —sin querer escuché que quería dar un paseo, ¿le molestaría dar uno conmigo? — sonreí.

—Oye, tú, viejo — conseguí lo segundo. —No deberías acosar niñas — me miró con recelo mientras lo observaba sobre el hombro.

Lo ignoré —la verdad soy nuevo en la aldea, y me gustaría conocerla — le dije a la pequeña Sakura.

Ella seguía mirándome, embobada, supongo que es el efecto que siempre causaba en ella, ver una versión mejorada del Sasuke que conoce, sabía que le encantaría.

—Cla-claro — desvió su mirada, apenada.

—Muy bien, gracias.

—Sakura... — Su mirada se desvió hacia el pequeño yo, pude notar los ojos ónix amenazantes. —No deberías irte tan a la ligera con extraños.

—No deberías preocuparte — me giré hacia él —prometo que la trataré mejor que tú — lo miré con arrogancia. 

—Ca-calma, podemos ir los tres — agitó sus manos entre ambos.

—No. No iré y tú tampoco — demandó.

—Disculpa, ¿eres su novio o algo así? O ¿por qué le prohíbes que salga conmigo?

—Eso no es asunto tuyo — arrastró las palabras, realmente está enojado —si no nos dejas en paz, voy a matarte — amenazó.

Esto se estaba poniendo interesante e irónico, podría darme una lección justo ahora, algo que no olvidaré.

—¡Basta! — su voz chillona salió, y extrañamente, ambos nos calmamos, su voz siempre tenía ese efecto en mí. —creo que soy yo la que decide, y elijo pasear con el desconocido — miró irritada al yo pequeño —vamos — me miró y giró.

Yo la seguí, dejando atrás a un yo hecho una furia.

Pasamos unas horas juntos, traté a Sakura como todo un cabello mientras ella me mostraba la aldea, le dije que mi nombre era "Charasuke", ni idea de dónde se me ocurrió. 
Y entonces, hubo una oportunidad para hablar con ella sobre la extraña situación.

—¿Sabes? Él nos ha estado siguiendo todo este tiempo.

—¿Eh? Te refieres a ¿Sasu... — le cubrí la boca y llevé mi dedo índice a mis labios, ella asintió y yo quité mi mano.

—La razón por la que aparecí y te pedí un paseo por la aldea, es por qué ví como él te trataba — miré hacia donde el sol se ocultaba —no deberías rogar tanto, él no va a aceptar tus sentimientos abiertamente.

—Usted, ¿cómo sabe eso?

Bajé la mirada, inevitablemente —Dígamos que sé cómo piensan los chicos como él — la miré de nuevo a los ojos verdes.

—Entonces, ¿qué puedo hacer? Yo sé que él no la ha tenido fácil, me gustaría ayudarle pero no sé cómo.

—Solo sigue siendo tú misma, nunca te rindas, algún día lo entenderás — sonreí mientras mis dedos viajaron a su frente haciendo un “poke”, lo hice inconscientemente, hasta yo me sorprendí cuando caí en cuenta de lo que hice.

Sus mejillas enrojecieron y sus ojos brillaron con ilusión —¡Gracias! — me abrazó.

Entonces, inevitablemente él apareció, cuando lo ví venir, posé mi mano sobre la cabeza de la pequeña Sakura.

La mirada del pequeño Uchiha me fulminó hasta que estuvo lo bastante cerca, intentaba verse casual como si caminara por la zona, con sus manos en los bolsillos de los pantalones cortos, no dejó de mirarme con infinito desprecio e intenté hacer lo mismo para intimidar, pero sé de sobra que lo único que conseguía era que su odio creciera.

Sujetó a Sakura del brazo y la jaló hacía él —ya fué suficiente — sin esperar más, se la llevó de mi lado casi a rastras.

Lo último que ví, fue sus ojos verdes confundidos, levanté mi mano para decirle "adiós" y sonreí, mis labios murmurarón —Gracias... Sakura.

Regresé al futuro satisfecho, sé que lo que hice no estuvo bien, pero siendo sincero, he hecho cosas peores y de esta, no me arrepiento.

—¿Así que hiciste un escape al pasado? — la voz de mi esposa me sacó de mis pensamientos.

—¿Lo recuerdas?

—Por supuesto... Charasuke — sonrió. 

Los Cuentos de PinkuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora