🌄 BUENOS DÍAS ☀️

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—El tiempo transcurre lento desde que Sasuke se fué, puesto que he decidido esperar por él su ausencia se vuelve más inquietante, me siento sola al ver a todos con pareja, felices y llenos de amor... Tal vez él ya no regrese, pero, si no es él, no será nadie, no quiero a nadie más en mi vida, me dedicaré el resto de mi vida a ejercer como médico.

(...)

Los días pasan normalmente. Una noche lluviosa, unos ojos verdes fijaban su mirada hacia la gran ventana de la habitación sin poder conciliar el sueño, un suspiro abandona sus pulmones con anhelo.

—Solo quiero volver a verlo — cierra por un momento los ojos, pero el fuerte estruendo de un rayo la hace abrirlos de repente.

Se reincorpora de su cama para sentarse al borde, estaba dispuesta a cerrar las cortinas de su habitación, entonces, un relámpago ilumina una silueta en la oscura noche, pero ella no se percata hasta el segundo relámpago, cuando logra ver hacia la ventana. Sus ojos se abren de par en par a causa del miedo y su corazón comienza a palpitar desenfrenado. Ver aquello en medio de la noche era tétrico y más si habías leído un libro de terror antes de ir a la cama.

Sus piernas temblaban pero consiguió ponerse de pie para encender la luz y ver qué o quién era aquello que asomaba por su ventana a media noche, quiso pensar que era cualquier cosa menos un fantasma o demonio.

No imaginaba que sería peor que eso...

—Sakura... — Escuchó su nombre desde afuera a pesar de la torrencial lluvia, todo era silencio en su cabeza, solo podía escuchar su propio corazón amenazando con salir de su pecho tras haber escuchado ser llamada por una gutural voz. Una vez que había encendido la luz, giró nuevamente hacia la ventana con el terror estampado en su expresión pálida.

Sus ojos jade mostraron el asombro al mirar que, el mismo Uchiha Sasuke estaba parado ante ella, todo empapado por la lluvia, el agua corría por su palido rostro. Él estaba mirándola fijamente, con esos ojos ónix profundos como dos agujeros negros a través de la ventana de su habitación, su pecho subía y bajaba en agitación.

¿Difícil de creer? Imaginen la reacción de Sakura, quedó completamente paralizada hasta que la impetuosa voz del moreno la hizo volver. —Abre la ventana, Sakura, no me hagas romperla — ordenó.

Ella sacudió su cabeza para despabilar, sus palmas viajaron a sus mejillas dando un choque para ayudarla a salir del trance. Fijó nuevamente su mirada hacia la ventana, como en un intento de asimilar lo que veía, pero la imagen no desapareció y se dirigió deprisa hacia él para abrir la dichosa ventana.

—¿Sasuke? ¡Por Dios! ¿Qué haces ahí a esta hora? Y más todo empapado. Ven aquí, traeré toallas para secarte, sería terrible resfriarse, o que te diera una hipotermia con éste frío —. Ella no paraba de hablar, tal vez era por preocupación, asombro o nerviosismo.

Él la detuvo tomándola del brazo antes de que se alejara por toallas, sus miradas se encontraron, el moreno entró por completo a la habitación dejando el rastro de agua, y la jaló hacia él sorpresivamente, abrazándola con delicadeza, inhalando su aroma en un profundo suspiro cuando acunó su rostro en el cuello de ella.

En un inicio se sorprendió por el inesperado contacto, pero después sujetó su cabeza mojada y lo acarició.

—Te dije que vendría a buscarte... Sakura — recobró su estatura.

Ella elevó su mirada para encontrarse con aquellos ojos que tanto añoraba ver. —Gra-gracias Sasuke — los ojos verdes no tardaron en derramar las lágrimas, mismas que había guardado desde que él había partido.

El pelinegro no sabía que hacer al verla llorar, era tan molesto y problemático, jamás había tratado con una chica de ese modo, así que lo primero que se le vino a la mente, y más que un impulso, fue el deseo de besarla.

Su mamo derecha viajó hasta su mejilla sonrojada, sus enormes manos frías le hicieron erizar la piel a la peli-rosa, su pulgar atrapó una de las lágrimas y sus miradas se cruzaron, el impulso de él por besarla fue más fuerte. Acunó la cabeza de ella entre su mano y acercó sus rostros hasta que sus alimentos chocaron volviéndose uno, sus miradas seguían conectando, y entonces pasó, sus labios se entrelazaron.

Sakura quiso corresponder de la mejor manera que pudo... Su primer beso con Sasuke Uchiha.

El roce de sus labios era suave, los movimientos tenues, como era de esperar de dos chicos inexpertos.

Después de esto no hubo control, el tierno beso se convirtió en uno más travieso. Poco a poco ambos perdieron la razón y se dejaron llevar por lo que sentían en ese momento el uno por el otro, habían guardado tanto deseo y anhelo por no sentirse solos por tanto tiempo, que no se detuvieron a preguntarse más, ya no perderían más tiempo, la ropa terminó en el suelo y ellos en la cama.

Fue una noche dulce y salvaje, llevando a dos jóvenes inexpertos a probar los placeres del amor.

Al amanecer, él despertó primero, recordó que tenía que reportarse cuanto antes con el hokage, miró el reloj-despertador a lado de la cama, pero aún era temprano, entonces su mirada se dirigió a su lado para notar que unos ojos verdes lo observaban con deleite, como si quisieran capturar ese momento para siempre.

—Buenos días, Sasuke — sus mejillas rojas adornaban su rostro.

Él la miró y le regaló una sonrisa arrogante —buenos días, Sakura.

Ese fué su primer despertar juntos... SU primer "BUENOS DÍAS" como algo más que "amigos".

Los Cuentos de PinkuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora