Los Cuentos de Pinku

VOLVER A VERTE 💕

La soledad no era tan cruel comparado con el hecho de haberla perdido. El odio y venganza consumían mi existencia desde que ella murió aquella noche de luna llena. 

Mi ojo incrédulo visualizó como mi mejor amigo, a quien le pedí protegerla, le arrebataba la vida con esa luz cegadora. Atravesó su pecho y su expresión de terror ante la muerte la abrazó mientras las lágrimas se derramaban por su pálido rostro, luego ella, se desvaneció, sin vida.

Algo dentro de mí se rompió. Kakashi colapsó junto con ella, y yo, lleno de ira y rabia comencé una masacre contra los que parecían el enemigo, como si eso la pudiera volver a la vida, como si eso, pudiera calmar mi dolor.

La acogí en mis brazos entre un océano de sangre, su cuerpo estaba flacido, frío, pálido, el rojo carmesí de la sangre adornando sus lindos labios. Lloré, grité, sentí que mi vida se esfumó junto con la de ella, el sol de mi vida se apagó por completo, llenando de oscuridad mi propia existencia.

La propuesta de Madara Uchiha fué demasiado tentadora para alguien tan cegado como yo, prometiendo un mundo de sueño eterno donde ella existiría y sería feliz. Entonces nada más me importó, mi vida no tenía propósito ahora, solo el hecho de volverla a ver era lo que me motivó a continuar, la promesa de crear un mundo perfecto para ella.

No importaba cuántas vidas arrebataba, no importó a cuántas personas utilizara, no importa cuantos tengan que perecer en una guerra... Realmente no importa nada, si la puedo volver a ver sonreír.

(...)

—Obito... — escuché su voz, lo último que supe era que había muerto. —Obito — escuchar mi nombre con su dulce voz me traía paz, lo que anhelé toda una vida —Obito, despierta.

Abrí mis ojos, con miedo a que fuera uno de tantos sueños, pero no, ella estaba ahí, realmente estaba ahí, viéndome, su cálida mano se posó en mi mejilla y mis lágrimas se derramaron.

—Ri-in — cubrí mi boca ahogando un sollozo.

—Siempre te he observado — sonrió tan jodidamente hermoso que hizo a mi corazón  detenerse.

Me dejé ir sobre ella y la cargué en mis brazos, realmente no me importó si estaba muerto o en el tsukuyomi infinito, solo sabía que era realmente feliz, por que al fin la pude volver a verla.

—Sigues tan hermosa como el día en que te perdí — sonreí enormemente con seguridad, ya no era el niño tímido de antes que se detendría a decir lo que siente.

—Hiciste muchas cosas malas, Obito — intentó reprenderme, yo solo desvíe la mirada, apenado, sabía que ella no estaría orgullosa de todo lo que hice, aún que yo tenía mi justificación.

—Todo lo que hice fue... Para VOLVER A VERTE.

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