—Tómate el resto de la noche, Sasuke. Hiciste un buen trabajo —. Dijo con voz cansada el rubio tras es escritorio, seguramente también llevaba noches sin dormir.
Suspiré con lástima pues estaba en la misma situación, había trabajado sin parar hasta conseguir cumplir con la misión, ya que era mi prioridad.
—Tú también deberías descansar.
—Lo haré, en su momento — sonrió sin ganas de hacerlo —no me digas que estás preocupado por mí, Sasuke — arqueó su rubia ceja proyectando la ironía.
—No, me preocupa que tu familia resienta tu ausencia, yo sé que tu resistencia es incuestionable — se dio media vuelta dándole la espalda a su mejor amigo. —Iré a casa con mi esposa e hija, posiblemente mañana tenga que partir antes del amanecer.
—Descansa, amigo.
Caminó entre la penumbra de las calles más solas evitando la muchedumbre, tranquilo y sereno, pero en su interior la ansiedad por llegar a casa le oprimía el pecho, su paso se aceleró sin siquiera notarlo, en cuestión de algunos pocos minutos se encontró frente a la puerta de su hogar.
Extendió la mano y tocó el timbre una sola vez. Tras unos segundos su pequeña hija abrió la puerta.
—¡¿Pa-papá?! — su mandíbula cayó dejando su boca abierta.
—¿Papá? — por orbes jade se expandieron y su rostro giró lentamente hasta encontrarse con la mirada penetrante de su esposo. —¿Sa-sa-Sasuke? — tragó saliva, su rostro enrojeció y se sintió mareada.
—Estoy en casa — dijo sereno, con una mueca de satisfacción.
Sarada sonrió conmocionada —bienvenido a casa, papá.
—Bienvenido, cariño — desvió la mirada sonrojada —estamos por cenar, acompáñanos.
Sasuke se adentró dejando su calzado y colgando su capa en la recepción.
Esa noche la cena estuvo un tanto más animada que en otras ocasiones, pues la familia Uchiha estaba reunida después de tanto tiempo.
—¿Cuánto tiempo te quedarás en la aldea, papá?
El silencio reinó antes de que la niña tuviera respuesta.
—Solo esta noche.
Las miradas bajaron, no sé atrevían a decir más, ni siquiera podían quejarse, ambas entendían la importancia del trabajo de Sasuke, sin embargo eso no evitaba que se sintieran tristes.
La cena terminó, entre anécdotas y simuladas risas, al final Sarada se fue a dormir despidiéndose con un beso en la mejilla a sus padres.
Eso se sintió algo extraño para Sasuke que sus mejillas se ruborizaron.
Sakura sonrió al notarlo —también para ella fue extraño, su rostro se parece mucho al tuyo y su expresión siempre los delata.
Él solo bebió de la taza humeante de té, seguía un poco avergonzado.
Ellos siguieron hablando hasta altas horas de la madrugada. Hasta que la situación comenzó a ponerse un poco intensa...
—Sakura... — se levantó de su asiento y se acercó a ella. —Yo... Te necesito, al menos esta noche.
Los ojos jade destellaron y sus labios se entre abrieron para decir algo, pero su voz fue callada por la boca hambrienta de su esposo.
Estaba un poco impactada, pero pronto sus párpados cayeron y se dejó llevar por el momento, sus brazos se enrrollaron alrededor del cuello de Sasuke y entonces él la alzó desde el asiento, sujetando su gran trasero para obligarla a subir sus piernas alrededor de su cadera.
Jadeo —espera, cariño... La niña.
El moreno había sumergido su rostro en el cuello de su mujer, saboreando la piel y respirando su dulce aroma, una lamida, otra, luego una pequeña mordida, sentía como ella se estremecía con cada caricia y eso lo hacía enloquecer.
—Esta bien, vamos a nuestra habitación — dijo con voz ronca, para luego sujetarla fuerte por el trasero y lanzarla hasta su hombro con facilidad, para terminar su maniobra azotó su palma en los firmes glúteos.
Sakura silenció su grito, la había cargado como un costal de patatas sin previo aviso. Luego tuvo que silenciar otro grito con ambas manos en su boca, pues Sasuke la había azotado contra la cama haciéndola rebotar.
» Él... Sasuke no había sido tan salvaje la última vez.
Ella recordaba la inseguridad con la que Uchiha la había tocado, la delicadeza con la que la había tratado. Pero ahora, no sabía si eso le gustaba o le asustaba. Estaba algo preocupada, pero a la vez exitada.
—Me gusta esa cara... Esa expresión — su lengua se paseó por sus labios, ver a su esposa consternada y asustada lo hacía ponerse duro.
—E-es-espera Sasuke... Yo...
—Lo siento si me descontrolo un poco Sakura, pero ha pasado un tiempo...
Su respiración estaba acelerada, sus pectorales firmes subían y bajaban, se quitó la camisa y dejó ver su amplio pecho.
Ella lo entendió, también lo deseaba, pero no estaba segura de que esto fuera bueno o malo, no lo había experimentado de esa forma.
Sasuke se despojó de su pantalón y ropa interior, dejando de un movimiento libre a su enorme "serpiente".
Sakura tragó grueso y una gota de sudor corrió por su sien.
» Bueno, solo es por una noche.
Entonces se acercó a él, poniéndose sobre sus rodillas y comenzó a acariciar desde la punta hacia abajo, Sasuke se estremeció.
—Usa tu boca — ordenó, con una voz gruesa.
Su intimidad se humedeció solo con eso, llevó un mechón rosa de cabello tras su oreja y besó la punta...
Fue ahí donde todo se descontroló, dónde no podía haber un retorno, no habría arrepentimiento ni tiempo para pensar.
(...)
Antes del amanecer, él ya estaba levantándose para vestirse.
Antes de irse la miró con ternura, estaba profundamente dormida, como hace mucho seguramente no lo hacía. Sonrió sabiendo que había hecho un buen trabajo.
Y entonces partió, deseando la próxima ocasión, otra noche de esas con su esposa.
💕✨💕✨💕✨💕✨💕✨
Dedicado con cariño a Catalina Calderón.
ESTÁS LEYENDO
Los Cuentos de Pinku
De TodoUna sección especial donde habrá historias cortas (de uno o dos capítulos) tipo drabble, one-shot o two-shot. Las parejas pueden variar, al igual que los temas y situaciones, siendo en su mayoría SasuSaku (amo esa pareja) y pertenecientes a la franq...