Broken Pieces; Frerard

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Gerard

Cuando desperté por la mañana, noté que Waffles seguía durmiendo en su cama, lo que me dio tiempo de ir a bañarme y cepillar mis dientes. Digo que "me dio tiempo" porque tenía planeado sacarlo al jardín apenas me despertara, antes de hacer cualquier otra cosa, ya que quiero acostumbrarlo a salir por las mañanas al jardín a hacer sus necesidades y que no hayan "accidentes" en mi cuarto, que es donde pasa la mayor parte del tiempo. 

Después de sacar un rato al perrito al jardín, fui a la cocina a prepararme algo de desayunar, donde vi a mi mamá por un breve momento, y con "breve", me refiero a que justo cuando entré, ella estaba acabando su café para irse al hotel, por lo que apenas pudimos saludarnos. Luego de eso, me quedé completamente solo. 

A veces me pregunto para qué mis padres quieren una casa tan grande si la mayoría del tiempo yo soy el único que la ocupa, ya que ellos están muy ocupados con su trabajo y a Mikey le gusta salir mucho. 

Después de desayunar, me dispuse a pintar para relajarme. Mis materiales de arte todavía estaban en la mesa junto al caballete con el retrato de Frank a medio hacer; esbocé una sonrisa al recordar que estaba haciendo un "tutorial de cómo pintar a Frank Iero" cuando él estuvo aquí conmigo... ¿Por qué soy tan torpe cuando estoy con Frank? Usualmente soy extrovertido sólo con las personas cercanas a mí, pero con Frank es otro nivel, con él soy completamente transparente, y eso implica ser un payaso a veces, lo cual vale la pena considerando cuánto adoro verlo reír. 

Con pensamientos felices sobre los momentos en los que Frank y yo sólo hemos estado riendo como tontos y siendo nosotros mismos, terminé el cuadro, lo cual me mantuvo concentrado durante toda la mañana, privándome de pensar en cualquier otra cosa. 

Pero apenas finalicé con mi obra, nació la incertidumbre... Vino a mi mente la posibilidad de que Frank estuviera en Nueva Jersey, mientras que yo, con todo mi amor e ilusión terminaba un retrato suyo; la idea, por sí sola, me asusta. 

Me asusta que sea demasiado tarde; que cuando por fin he aceptado mis sentimientos y he decidido luchar por él, él se haya ido para siempre, llevándose consigo mi oportunidad, no sólo de entregarle mi amor, sino de salvarlo.

¿Qué haré si Frank se ha ido? 

¿Se supone que siga con mi vida tal y como estaba antes de que él llegara? Porque no creo poder hacer eso; ya nada puede volver a ser lo mismo si yo ya no soy el mismo. 

No me dio tiempo de seguir pensando al respecto porque, de la nada, comenzó a sonar Medicine Square Garden, indicando que alguien me estaba llamando por teléfono, por lo que básicamente salté a mi cama en busca de mi celular, el cual estaba metido entre las sábanas; una vez que lo tuve en mis manos, observé en la pantalla que es Bert quien está llamándome, y fue como si mi reciente estado nervioso se hubiese agravado... Es decir... No creo estar listo para hablar con él, no ahora que el peso de haber hecho algo tan nefasto como serle infiel todavía me lastima un poco, por lo que he preferido dejarlo de lado y no pensar en eso, pero ahora me doy cuenta de que realmente no puedo; debo hacerle frente a ello y todavía no sé cómo. 

Respiré hondo antes de contestar. 

— ¡Bert! ¡Hola! Estaba muy preocupado por ti. — Trato de sonar como si todo estuviera en orden. —  ¿Estás bien?

— Sí... Estoy un poco mejor... Me alegra tanto escuchar tu voz... He estado extrañándote mucho... Sé que me estuviste llamando hace dos días, pero estuve ocupándome en otras cosas para distraerme y realmente no estuve pendiente del celular... Lo siento. 

— No, yo lo siento. 

Dios, siento que voy a llorar... No creí que volver a hablar con él sería tan difícil.