Interludio

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Jamia

Solía gustarme Pencey Prep; moría por conocer al vocalista, pues era el hombre de mis sueños.

Cuando supe que la banda vendría a mi ciudad, estuve ahorrando para ir a verlos. Ya tenía un buen dinero guardado desde antes, pero no quería tocarlo, porque estaba destinado a comprarme una mejor cámara, pues la que tenía ya daba asco. En aquel entonces, mi trabajo en el periódico apenas me alcanzaba para subsistir. 

Lo demás fue cuestión de suerte... Cuando el editor en jefe dijo que quería cubrir el concierto y entrevistar a la banda para la sección de entretenimiento, donde yo era la encargada de tomar las fotos, me sentí la chica más afortunada del mundo.

Estaba tan feliz de saber que conocería a Frank Iero, que fui a casa de mis padres, llena de ilusión y ansias de contárselo a mi mamá; ella siempre ha sido mi mejor amiga.  

— Siento que los planetas se alinearon a mi favor... Al principio creí que sería casi imposible conocerlo, pero ahora que tengo la oportunidad, encontraré la forma de invitarlo a ir por unos tragos o algo... Creo que él tiene pareja, pero eso es lo de menos.

— Lo único que podría ser un problema... Es que él es músico... No es algo muy seguro, Mia. — Me dijo con honestidad. — No deberías hacerte muchas ilusiones si te invita a un motel o algo así, porque para los músicos, es algo de rutina acostarse con chicas y luego botarlas. No conseguirás nada. 

— ¿No cuenta la satisfacción de haber estado con alguien como Frank Iero? 

— Esa satisfacción no pagará tus cuentas, cariño. 

— Lo sé... — Suspiré. — Pero es que él es la clase de hombre que siempre quisiste para mí... Tiene dinero, es jodidamente atractivo... Y es famoso.

— Haz lo que tengas que hacer, cielo. Confío en que te eduqué bien y no cometerás los mismos errores que yo. No quiero que acabes con un inútil como tu padre.

Mi madre realmente sí me educó bien... Es gracias a ella que no soy una perdedora. Ella es una mujer fuerte e inteligente; siempre llevó las riendas de nuestro hogar. Mi padre hace todo lo que ella dice, sin protestar. Él siempre fue una figura prácticamente invisible y sin autoridad, sólo servía para traer el sustento económico a la casa, y ni siquiera era el mejor en eso, porque nunca tuvimos mucho dinero, por eso mi mamá peleaba bastante seguido con él.

Mi hermano solía decir que nuestra madre era una mala persona, y que era injusto que tratara tan mal a papá... Pero yo pensaba muy distinto; ¿Acaso mamá no tenía derecho a ser tratada como una reina? Sé que mi papá lo intentaba... Pero no era suficiente, y el no ser suficiente, era su culpa. 

Mi papá siempre me pareció un hombre patético... Luego mi mamá me hizo entender que no, no es un "hombre patético"; sólo es un hombre.   

Todavía era muy joven cuando aprendí que, si bien los hombres son superiores en fuerza física, son inferiores en mente; son brutos, no pueden mantener la concentración por mucho tiempo, se dejan llevar por sus instintos... Son como animales. Y como animales, sólo hay que domesticarlos. 

Mi madre me ha dicho toda mi vida que los hombres son capaces de hacer cualquier cosa tan sólo por un poco de sexo. Son bastante simples; pueden darte lo que quieras para mantenerte contenta y que así sigas dándoles la atención que quieren de ti. Son cosas que confirmé con la observación, sólo bastó con ver a mi hermano cuando tuvo su primera novia; hacía de todo para complacerla, como ahorrar para comprarle regalos, o forzarse a hacer las cosas favoritas de la chica para poder compartir algo con ella.

Broken Pieces; FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora