33

4K 308 1.7K
                                    

Gerard

Nuestro mágico día terminó con la premonición del futuro idílico que quiero y que podríamos tener: Arropamos juntos a Miles, Frank le cantó su canción especial para dormir y le dimos besos de buenas noches, como si los tres conformáramos una bonita familia.

Papi... — Musitó Miles. — ¿Estás feliz?

Sonreí, pensando: «Lo hicimos bien, peque». Porque nuestra intención era que Frank pudiera ser feliz y estar en paz después de tanta mierda, cosa que hicimos bien... La sonrisa de Frank al tomar con ternura la mano de su hijo lo confirmó.

— Así es. — Sentí muy honesta su respuesta. — Estoy muy feliz.

Miles también esbozó una bonita sonrisa, cerrando sus ojitos. Y entonces lanzó una pregunta que me dejó perplejo:

— ¿Podemos vivir ton Gee para siempre?

No pude evitar quedarme boquiabierto. Sé que el niño no lo sabe, pero es demasiado pronto para poner a Frank a pensar en algo tan serio como eso. Es decir... Por supuesto que quiero que eso pase, pero sé que Frank aún tiene muchas cosas que resolver primero.

Sin embargo, él no se lo pensó dos veces antes de responder:

— Eso quisiera...

Me sorprendí mucho más de lo que estaba, y él notó mi estado de estupefacción.

— Eh... Oh... — Me aclaré la garganta, tratando de no verme tan idiota. — Uhm... ¿Podemos hablar?

Él asintió, y me siguió hasta el pasillo, donde pregunté:

— ¿En serio "quisieras" vivir conmigo para siempre?

— Si es posible... — Tomó mis manos, y jugó con ellas con algo de nerviosismo. — Sí... — Asintió con la cabeza. — Quiero estar contigo... No quiero mentirme a mí mismo y no quiero actuar a la defensiva para alejarte... S-Sólo... No quiero seguir lastimándonos a ambos.

— Siente mi corazón. — Exhalé con nerviosismo, llevando sus manos hasta mi pecho. Él sonrió al sentir mis latidos. — Vas a matarme de un maldito infarto uno de estos días.

De repente, fue como si el tiempo hubiese comenzado a correr en cámara lenta, porque así se sintieron nuestras acciones posteriores. Cuando apartamos nuestros nervios, nos miramos a los ojos durante lo que pareció una eternidad; nunca vi sus ojos irradiar tanta luz, tanta ilusión... Tanta esperanza. Luego nos acercamos cada vez más, y cuando nuestros labios colisionaron, sentí fuegos artificiales estallar dentro de mí, sentí su corazón latir al ritmo del mío, y sentí las famosas corrientes eléctricas recorrerme entero desde la punta de los dedos de mis pies hasta el último cabello de mi cabeza. Sé que él sintió esa misma explosión cuando, en un impulso, apretó mis manos con fuerza.

No me había percatado de cuánto extrañaba besarlo y sentir que estoy en el cielo.

En serio, en serio, en serio, quiero que todos los días sean como éste... ¿Acaso es mucho pedir?

Sólo quiero estar con él, darnos besos y sentir que me lleno de energía y que podría explotar de tanto amor. No quiero que lloremos más. No quiero que él sufra y tampoco quiero sufrir porque él sufre.


«No hay nada mejor que probar un primer beso

Y más de ti...

Veo tantos colores

Y todos mis sentidos estallarán de tanto amarte»

Broken Pieces; FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora