Broken Pieces; Frerard

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Gerard

— ¿Estás bien? — Le pregunté. 

Está distinto a la última vez que lo vi; dejó crecer un poco su barba, y se le ve más sombrío que de costumbre. Él me mira fijamente a los ojos, pero no responde... 

Por alguna razón, me veo incapaz de decir otra cosa, y sólo me lanzo a sus brazos. Una enorme calidez invadió mi pecho cuando me presionó contra su cuerpo. 

Permanecemos lo que parece una eternidad abrazados sin decir nada en este estacionamiento desconocido.

Entonces despierto. 

Me encuentro en mi cuarto; desperté con lágrimas en los ojos y el corazón acelerado. 

Me quedé pasmado por un buen rato; completamente fuera de órbita... Supongo que es normal que me sienta así después de soñar con Frank Iero... Justo ahora, que ya no pienso más en él.

Miré la alarma; son las 5:50. Se supone que debería sonar en diez minutos, así que me dispongo a apagarla.

Waffles despertó, se sentó junto a mí y comenzó a lamer mi rostro.

— Buenos días, cielo ¿Dormiste bien? — Le pregunté, y él ladra contento. 

De la nada, un sentimiento de nostalgia se apoderó de mí. 

Y como nunca, me puse a recordar el día que Miles y yo encontramos a Waffles en la calle; estaba tan pequeñito... Y ahora es un perro grande que les resulta intimidante a todos los que no lo conocen. Sé que ser un rottweiler le aporta una imagen muy ruda, pero en realidad, Waffles es un panquecito de amor. 

Mi mente se llenó de recuerdos donde yo aún podía cargarlo; muchos de esos recuerdos incluyen a Frank y a Miles. 

Suspiré.

Este será un día diferente...

Me levanté dispuesto a dejar de lado el inusual sentimiento con el que desperté; fui al baño a cepillarme los dientes y todo lo demás. Al salir, sin molestarme en quitarme la pijama, me llené de ropa abrigadora. También abrigué bien a Waffles para poder sacarlo a la calle abarrotada de nieve, para que pueda hacer sus necesidades en el árbol de siempre; como todas las mañanas. 

Por alguna razón, hay un dolorcito en el medio de mi pecho... Y pienso en Frank. El clima frío y el cielo gris se parecen mucho a él por su melancolía. Y la brisa, por alguna razón, huele a su perfume. 

Hoy será un día diferente. 

Recordé que en el sueño le pregunté si estaba bien...  

No podría saberlo aunque quisiera... Nadie sabe de Frank desde hace un mes. 

El mes pasado fue diciembre. Estuve en California con mi familia... Y fue la última vez que lloré por él.

Descubrí que Frank está muerto. 

El Frank que conozco, está muerto. 

El hombre que es ahora no se parece ni un poco a él. 

Desde su publicación donde defiende y justifica los maltratos de Jamia,  los comentarios de sus fotos de Instagram están deshabilitados. A pesar de esto, ya no postea con la misma frecuencia; posteó algo en octubre, luego desapareció hasta diciembre y ya no se sabe más de él. 

También se fue definitivamente de Twitter después de ponerse a la defensiva con fans que manifestaron su preocupación por él desde que es un hecho que su relación no es para nada sana. No fue un roast de siempre. Para nada. Porque esta vez no daba risa y lo que dijo fue demasiado ofensivo y fuera de lugar. Muchos lo cancelaron. Otros se siguen preocupando por él.