¡Todos a por él!

Capítulo 8

-- Agh, eres un idiota --gruñó comenzando a toser.

Con ambas manos exprimía su cabello mientras miraba levemente enojada al contrario.

-- Tú no proponías ideas; y no te quejes, no tengo humor --respondió al tiempo que descansaba bajo la sombra de un árbol.

Desde que escaparon de los estados, nadaron con rapidez para llegar a tierra; con el ajetreo que habían hecho les había causado gran cansancio, por lo que al nada mas ver un lugar donde podían descansar, nadaron hacia el.

-- Tenías a Norte entre tus brazos, ¿porqué no huíste con él? --preguntó sin entender la acción del sureño.

-- Juré que lo haría sufrir y pagar --respondió cruzándose de brazos.

-- Exacto, genio, huíamos con él y lo torturábamos --sonrió con odio.

-- Era una solución muy rápida.

-- Tsk, no estaría en esta situación si no hubiese caído en su estúpida trampa --miró a Sur con desagrado-- Eres insoportable.

-- Ya lo dijiste, estás aquí por tu propia idiotez --soltó risas leves.

-- ¿Me dices a mí "idiota"? --sonrió con arrogancia-- ¿Qué creías? ¿Que después de matarme iba a decirte "quiero hacer un acuerdo de paz contigo"? --rió con crueldad-- Mi asesinato debió haberte puesto en alerta.

-- Mejor dime --caminó para quedar frente a Centro y agacharse, quedando a su altura-- ¿Que hizo que aquel hombre "correcto y honesto" de Norte te hiciera caer en su trampa?

Centro miró con repudio al de sombrero de paja mientras este se levantaba y comenzaba a reír estruendosamente.
Sue expresión cambió de enfado a melancolía, abrasándose y mirando hacia el lago, nostálgica. Aquel cambio drástico de emociones fue notado por el chico, quien paró de reír y la miró confundido.

-- Tú sabes que él era esa persona perfecta: Era amable, atento; por mas mierda que fuéramos tú y yo, él trataba de llegar a la paz... --su dedo comenzó a juguetear con la superficie del lago...

...El chico perfecto que cualquiera querría tener consigo. Al menos yo siempre trataba de mantenerme lejos de él; ya sabes, siempre pensé que las personas que son amables con alguien que es considerado malo por muchas personas simplemente busca aprovecharse.

Pero hubo algo que me hizo cambiar de parecer. El reflexionar sobre Norte me llevó a deducir que el en verdad era bueno porque él sabía que era lo correcto; jamás esperaba algo de nosotros, mas sin embargo, seguía tratándonos amablemente y sonriéndonos; como lo odio tan solo al recordarlo.

Sur se sentó en el pasto, de lado derecho de Centro, mientras miraba interesado por saber mas de aquella anécdota.

De verdad me sigo cuestionando que tan idiota tuve que ser o que tan convincente era él para que yo llegara a confiar en él.