Capítulo 27

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⚠️Advertencia⚠️

En este capítulo no pretendo romantizar (si es que se le puede decir así) a las violaciones.
En ningún momento pretendo "tranquilizarlas" o "normalizarlas".
Entiendan que solo es un fanfic y que lo que se ve en este fic es meramente bizarro, pero es con el fin de entretener.
No las estoy rebajando, son horribles, pero vuelvo a lo mismo.
De igual forma puedes saltarte la parte sexual si no las toleras y puedes ahorrarte tus malos comentarios.

Era la primera vez que salía de la casa acompañado del español, claro que en diversas veces intentó escapar sin mucho éxito, pues siempre era encontrado, regresado y castigado

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Era la primera vez que salía de la casa acompañado del español, claro que en diversas veces intentó escapar sin mucho éxito, pues siempre era encontrado, regresado y castigado.

No tenía mucho que guardar en los sacos donde irían sus pertenencias, solo la lanza que debía cargar él mismo si quería seguir conservándola, por lo que tuvo mucho cuidado de no ser descubierto.

De todas formas, alguna vez ocultó algo más grande y corpulento que una lanza.

Durante todo el viaje -que fue en una carreta impulsada por dos caballos- no dijo palabra alguna, se limitó a observar con atención a su alrededor, escuchando como España hablaba sin parar monótonamente.

Como solía ocurrir, lo ignoró por completo, asintiendo de vez en cuando y soltando un "sí, claro, obvio" para que el mayor no sospechara que no estaba escuchándole.

Por alguna razón, tuvieron que ir al palacio donde inició todo.

Al bajar de la carreta y tener que caminar a la par que su colonizador, percibió miradas de diversas personas, no sabía con qué tipo de expresión lo observaban, solo sentía sobre él muchos ojos.

Le daba igual, les ignoró teniendo las pupilas fijas en la entrada, expresando seriedad.

Entraron y llegaron a la habitación Real, donde esta vez por su cuenta imitó la reverencia que los presentes hacían, sacándole una sonrisa burlesca al Rey.

Hablaban todos menos él, pareciera como si su cuerpo estuviera ahí pero su mente no, vagando en cualquier cosa que le viniera a la cabeza para hacer pasar más rápido el tiempo.

Mas una voz lo devolvió a la realidad.

-- Nueva España, puedes salir de aquí --ordenó, dejándole ver a su superior que el pequeño sí saldría pero no se iría de ahí.

Era más que nada una prueba de la influencia que tenían sus acciones sobre la colonia.

Le obedeció, asintiendo y saliendo, manteniendo su expresión neutral.

¡Todos a por él!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora