Capítulo 7

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-- ¡Pero no! El señor de a huevo quería salir --Monterrey miraba indignado a su padre Nuevo León

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-- ¡Pero no! El señor de a huevo quería salir --Monterrey miraba indignado a su padre Nuevo León.

-- Este asunto es importante, cabrón --dijo Baja California Sur metiéndose en la discusión.

-- Lo que estaba haciendo también era importante --el de menor de estatura con sombrero se cruzó de brazos.

-- Un partido de futbol no se compara con esto --ayudó Baja California Norte.

-- ¡Eran mis poderosos Rayados contra el América! --exclamó elevando la voz.

-- Pero ya se había acabado --Sinaloa lo miró desinteresado.

-- Estaba mirando la repetición del gol de Funes Mori, pinche jugador vergas --sonrió al recordarlo.

-- No mames, ¿jugó Rayados? --preguntó Nuevo León, haciendo que Monterrey asintiera-- ¿Quién ganó?

-- Hasta la pregunta ofende, jefe --sonrió engreído-- Obvio, los Rayados.

-- ¡A huevo! --festejó el nuevoleones mirando a CDMX-- ¿Viste? Tus águilas se la turbo pelaron a mis Rayados.

-- ¿A quiénes? ¿A esos pingüinos? --se burló Ciudad de México-- Te recuerdo que mis águilas iban ganando 3-2 en globales --rió-- Tuvieron que irse a penales.

-- Igual, te la pelaste, pinche chilango.

-- Na'mas no se vayan a pelear aquí adentro de la camioneta --comentó Aguascalientes.

-- Deja que se peleen, wey --Zacatecas ya tenía su teléfono grabando.

-- Pues sí, pero no aquí --susurró al zacatequense.

-- ¡¿Cómo me dijiste, culero?! --preguntó la capital.

-- Como escuchaste.

-- ¡Ya apláquense los dos! --gritó Tamaulipas desde la parte trasera de la camioneta.

-- Chihuahua 'ombre --bufó Zacatecas frustrado guardando su teléfono.

-- ¿Me hablas? -- preguntó Chihuahua son voltear, pues iba manejando.

-- No, nada --contestó el zacatequense.

En aquella camioneta viajaban once estados junto con el país, quien estaba en el asiento copiloto mirando por la ventana.

-- ¿Nos puedes decir a dónde vamos? --preguntó Veracruz-- Es para una tarea.

México despertó de su trance y volteó a ver a su estado para contestarle.

-- Ay wey, te ves bien raro con sombrero norteño, 'apa --comentó con una sonrisa.

-- Ya lo sé --se quitó el sombrero y lo miró entre sus manos-- Pero es por si en dado caso nos llegamos a topar con él, sea fácil diferenciarnos.

¡Todos a por él!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora