18.2

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-- Aghh, México, como me frustras --murmuró apoyando su cabeza en la pared.

Ni siquiera el dolor de su mano le importaba, estaba cegado por la frustración y el enojo del momento.
Seguía preguntándose si el mexicano de verdad pensaba las cosas o si solo hacía lo primero que le llegaba a la cabeza.

Claro que lo entiende, tiene pocas opciones en ese momento, pero si se lo hubiese pedido lo habría ayudado.

-- ¿Por qué tienes que ser tan México? --preguntó algo sonriente, cerrando los ojos.

-- ¿Perdón?

Volteó algo asustado para ver a la persona que habló.
No dijo nada por un buen rato, no quería decir algo que no pudiese o quisiese.

-- ¿Es decir que Finlandia y México son pareja sin quererse?

-- ¿Qué tanto escuchaste? --preguntó tan rápido como pudo.

Aunque no pudo sacar de sus dudas al contrario.

-- ¿Por qué quiere deshacerse de nosotros?

-- Por nada --dio la vuelta para finalizar la conversación, volver a la sala de juntas y no hablar con la otra persona en toda su vida.

Esta rápidamente le tomó del brazo y lo detuvo, sin hacerle daño, solo poniendo fuerza para que Austria no se fuera.

-- ¿Qué nos estás ocultando?

-- No puedo decirlo, lo siento --intentó safarce.

El otro, en cambio, no lo dejaba;-- ¿México está en peligro?

-- No es algo en lo que puedas ayudarlo, suéltame.

-- No voy a soltarte hasta que me lo digas.

-- Es algo personal de él, en serio.

-- Si no me lo dices, iré a preguntárselo.

-- ¡No!

El otro sonrió triunfante.

-- Okey, uh...

No quería revelar lo de México, tantos años guardando el secreto, tantos años de silencio de México, para que un pequeño descuido derrumbase todo.

-- Solo... No le digas que te dije.

291 palabras

Perdón por no actualizar:(

¡Todos a por él!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora