-Lo siguiente son los mejores productos de esta noche.-La cabeza me dolía, y aunque no veía nada, tenía la insoportable sensación de que todo daba vueltas. La voz de Druitt acompañada de risas y cuchicheos a lo lejos me tenían desorientada. Ya no olía a dulce como antes, pero ahora olía intensamente a incienso y velas.
-Un contraste del cielo reflejado en el mar... Y las suaves olas al son de la luna.-No entendía a quien se dirigía, ni a que se refería. Sentí un movimiento ajeno cerca mío, y eso me provocó terror absoluto.-Permitanme mostrarles a este par de señoritas, tímidas e inocentes amigas en busca de descubrir el mundo.
Cuando sentí el brazo ajeno, supe que no estaba sola, y que probablemente a quienes ese hombre se refería era a nosotras. Jadeé con desesperación y sentí mis ojos arder con las lágrimas que amenazaban desbordar.
-¿___?
-Pueden venderse juntas, o por separado. ¡Incluso enteras para su posesión o por partes! Todo eso es a gusto del comprador...-Una risa maliciosa escapó de Druitt, provocando la emoción y bullicio en su depravado público. Encogí mi cuerpo.
-Ciel...-Mordí mi labio. Mi voz estaba quebrada, cosa que pude notar hizo que él se acercara más a mí. Mi corazón dio un enorme vuelco al darme cuenta que moriríamos.
-¿Estás bien?-Nuestros hombros desnudos se encontraron, y supuse que al igual que yo sus manos se estaban atadas. Respondí con un jadeo ahogado.-No tengas miedo... Te prometo que vas a estar bien.
No había temor en su voz, tampoco temblaba a comparación de mí, él sonaba tan seguro que decidí creer ciegamente en sus infundadas palabras. Apreté mis manos adoloridas por la terrible posición.
Cuando retiraron las vendas que cubrían nuestros ojos, todo a mi alrededor parecía visto a través de un caleidoscopio, que daba vueltas hermosamente y te hacía imaginar un mundo de fantasía y magia.
Parpadeé varias veces hasta que comencé a divisar las figuras de aquellos depravados que mantenían sus miradas sobre nosotros como si de mercancía en un escaparate elegante se tratara. Evaluandonos, tal vez imaginando cómo nos harían lucir una vez que fuesen nuestros dueños.
Sentí náuseas, y desvíe la mirada hacía Ciel, pero el observaba fijamente hacía el frente mientras apretaba la mandibula.
Su flequillo estaba desordenado y cubría su rostro, sólo permitiendome ver sus tupidas pestañas y su respiración pesada.-Sebastian, aquí estoy.
La oscuridad devoró la habitación.
-¿¡Qué es lo que pasa?!-Druitt exclamó dando pie a los gritos, quejidos y barullo que procedía desde donde estaba la multitud de cerdos.
-¿___?-Oí su voz, aunque el pánico desenfrenado bajo el escenario no me permitía oír apenas. Golpes secos, gritos ahogados, una presencia bailaba a lo largo y ancho de la sala mientras mi cuerpo se aferraba a la cercanía de Ciel. Las luces regresaron, sin embargo la sombra de Sebastian nos cubrió al instante.
-Vaya, vaya, si que tiene fijación por dejarse atrapar.-El pelinegro subía al escenario donde estabamos. Fue apenas que me percaté que Ciel no usaba su parche, y que mantenía sus ojos cerrados.-Además de eso, usted realmente...
-Sebastian.-Habló en tono autoritario.
-No importa. Le seguiré a donde sea. Hasta el mismo final. Incluso si fuere cortado en partes, le buscaría en el mismo infierno.-Apartó la jaula que nos apresaba de un golpe, y se posó frente a Ciel. Las náuseas comenzaban a parecerme insoportables, en mi mente aparecieron fragmentos crudos de mi imaginación en uno de los que pudo ser nuestro destino en propiedad de aquellos compradores. Sollocé, y sin embargo Ciel jamás perdió la compostura.-Sabe que no miento.
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Ese Conde. [Ciel Phantomhive & Lectora]
Fanfiction"-No me subestime, Conde Phantomhive." .... "-Ese es el lado oscuro de la sociedad al que pertenecemos. Pasó a mi como un legado, también a ti." "-Las coincidencias no existen, Ciel." Y tal vez lo hubiese sido. La situación perfecta para verse uni...