Ese Conde. [Ciel Phantomhive & Lectora]

XIII

-¿Hoy no estan aquí?

-Esos dos han sido mas que sospechosos desde que salieron. Quien sabe. - El periodico lucía una primera plana alarmante. Aún sin un nombre al que atribuirsele, se seguían repitiendo los ataques callejeros.

-Eso es verdad, aunque no puedo ver por que causarian tal problema. -Ciel observaba con incredulidad el papel. Era mucho más temprano que las ultimas visitas, pues estaba nuevamente sola. La mansión principal parecía mas un hormiguero que un hogar debido a que mis padres llegarían muy pronto.

-¿Un rencor contra el dominio colonial? No lo parece aunque es probable.

-No lo aparentan, al menos. - Suspiré.

-Ademas, si realmente son unos criminales, ¿Por que vinieron y se quedaron aqui de cualquier forma? Ellos no son en realidad del todo sospechosos.

-¿O presas del impulso?-Aún esforzandome en ello, era difícil imaginar al príncipe con más que anhelos caprichosos pero no maliciosos. Ciel acariciaba su sien con insistencia, enojo y una leve palidez se ceñía bajo sus ojos.

-¡Seria bastante claro si se tratara justo de la noche anterior! ¿No lo cree así?

Después de que Lau lanzara esa idea al aire, se decidió. Seguiríamos a Soma después de que saliera de la misma forma que ayer a un dichoso trabajo nocturno. De esa forma tal vez veríamos cuales son sus verdaderas intenciones, fuesen las que fuesen.

-¿Por qué insistes en ir?

-Oh no, de nuevo.-Tomé un sorbo del té y rodé los ojos.-Primero, realmente estoy preocupada por Soma, por su estado emocional real. Segundo, es un tema en el que tengo interés, aún escapa a mi comprensión lo que esconde esta forma de actuar de los humanos...

-¿Así que tomas aprecio fácilmente?

-Eso me he percatado. - Encogí mis hombros y reí.-Creo que el principe está realmente confundido. No esta en su pais y mucho menos en su palacio, Agni es lo único que tiene y sin él...

-Él estaría solo, ¿No?

-Me recuerda a mí.

-Luces tranquila en soledad.

-Pero no ha sido siempre así.-Ladee la cabeza.-Puedes creerlo o no pero yo era realmente una niña caprichosa.-Ciel me miró, arqueando la ceja. Mudamente me decia, que no era nada difícil de creer. - ¡Es decir... ! Ya sé lo que estas pensando. Pero era peor.-Desvié la mirada cuando me sonrió con gracía.-Es la primera vez que creo que conozco gente por mi cuenta, que no sean mis empleados. O que me esfuerzo por forzar un lazo fuera de mi zona de confort.

-Es sólo porque el caso parece estar involucrado con él que tomo el riesgo de que nos acompañes.-Entrecerró el ojo, retomando el habitual rechazo.

-Además... Después de hoy no sé si pueda salir con tanta libertad. Tendré que tirar una moneda al aire cada vez que quiera tansiquiera planear salir de casa.

-¿Hmm?

-Mis padres regresan de su viaje. Esta vez fueron algo lejos y seguramente llegaran aquí con nuevas exigencias para mí adquiridas en ese lugar.

-Te están dando todas las armas y piezas para prepararte. Es lógico, no se trata de una situación tradicional, y ellos no son tradicionales para variar.

-Les conoces, ¿No? - Pregunté. Yo nunca antes habia topado rostros con Ciel, más allá de lo que se oía entre susurros de su persona, pero probablemente mis padres sí. Hacía más de un tiempo que él estaba al cargo.

-Si. La última vez que hablamos fue sobre un proyecto que el Conde tenía en mente, y sobre... mi. - Arqueó la ceja.-Fue hace tiempo. El proyecto ahora está en pie, como bien ambos sabemos.