Lights: Hacer las cosas bien.

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Se sentía como un sueño

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Se sentía como un sueño.

Continuamente Sero tropezaba con todo, con las sillas de su casa, con el tapete de la sala, con los muebles de su propia casa, incluso son su misma ropa, todo ese día parecía ser un gran reto, parecía que sus pies no se movían corred a los pensamientos del chico, pero claro ¿Como se supone que obedecieran a sus pensamientos si no había nada mas que aquel beso? Lo único que Sero tenia en su cabeza era ese inesperado beso que Kaminari le entrego y que con gusto correspondió, abra tan bien que lo quería de nuevo, por lo que después de que Kaminari se fuera de su departamento, comenzó a extrañarlo de una forma anormal y exagerada. Volvía a ser un niño enamorado completamente ilusionado gracias a un beso.

¿Pero que podía hacer contra eso? Aquellas sensaciones volvían locos a cualquiera, hasta el mas rudo corazón se volvía completamente idiota cuando del amor se trataba, incluso alguien con una licenciatura y doctorado se volvía un idiota.

Sero no era la excepción en este mundo de emociones donde nuestras mentes dejan la tierra y vuelan mas allá de nuestra galaxia, nuestros pies despegan sin ninguna clase de miedo hacia los cielos y escalan estrellas hasta llegar a nuestra galaxia vecina Andromeda. Es por eso que cuando la ilusión se acaba, la caída es mas dolorosa. Quizá no debería volar tan lejos de la tierra, pero era imposible no hacerlo.

Sero escucho su celular sonar y entonces se amarro una piedra al tobillo para volver a la tierra. Cuando respondió Uraraka le hablo de una forma desesperada y preocupada, el chico se concentro en explicar las cosas saltando algunos detalles, uno de ellos, el beso que se dio con Kaminari, aquel beso que de nuevo amenazo con mandarlo al espacio como si fuera un cohete. Uraraka de principio a fin escucho las palabras de Sero y fue comprensiva con el pelinegro, aunque aun estaba molesta por lo que le hizo, por no contestar las llamadas ni mensajes, por no avisarle si quiera que no podría ir y por haberla preocupado mas de la cuenta, lo regaño por ser un completo idiota y luego simplemente le deseo un buen día y termino la llamada.

Alegremente la castaña no se podía enojar por mucho tiempo con su mejor amigo, por lo que el resentimiento quedo fuera de sus lineas y ambos siguieron como siempre.

Cuando la mañana siguiente llego Sero se preparo como siempre para salir al cafe, no sin antes tomar una caja donde guardo algunas cosas de Shinsou que creyó que su madre querría conservar, por lo tanto, su primera parada era la casa de la nombrada.

Cuando llego al pequeño departamento alejado del centro de la ciudad, se sintió un poco nervioso, como si fuera la primera vez que visitaba aquel lugar. Estar ahí le traía recuerdos, algunos eran encantadores pero otros eran tristes, ahora con la muerte de Shinsou todo recuerdo se volvía triste, aunque no debía ser así, pero el hecho de ya no tenerlo con él todo se volvía triste

Sero toco la puerta y espero a que la madre de Shinsou abriera. La cabellera morada de la mujer se encargo de recibirlo, la piel de ella era un poco mas viva que la de Shinsou, a diferencia de el no tenia ojeras, tenia ojos de un color oscuro y un pequeño lunar en el lado izquierdo de su barbilla. La mujer se sintió un poco sorprendida al ver a Sero parado frente a su puerta, sus ojos se cristalizaron un momento pero después con una sonrisa lo invito a pasar.

Lights | KamiSero | Kaminari Denki x Sero HantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora