Hay historias que nunca fueron contadas, que merecían ser relatadas. Hay historias que debieron tener un comienzo, que merecían tener una oportunidad. Hay historias que nunca debieron haber terminado, que merecían una eternidad.
Sero Hanta es un chi...
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La cabeza de Sero estaba metida en otro mundo, no tenia en cuenta lo que hacia, lo que veía o lo que oída, todo su mundo solo ponía atención a una pequeña flor que comenzaba a nacer y aunque aun era pequeña, era imposible no ignorarla. A parto de su mente cada indicio de felicidad al notar como estaba a punto de echar azúcar en lugar de sal a la comida, por suerte su madre le detuvo pues si no tendría que comenzar de nuevo la lasaña.
Sero ignoro lo que había pasado y continuo con lo que hacia, condimentado la comida y preparando el orno. Mientras se movía por toda la cocina su madre le miraba bastante divertida de la escena, jamas había visto a su hijo tan acelerado y tan motivado a tener una perfecta cena, hoy lucia mas feliz y aunque intentaba ocultarlo era imposible que se pasara por alto a la mayor, quien le conocía de pies a cabeza y sabia muy claramente que algo había pasado y que este no le contaría por el momento.
La madre comenzó a decorar la mesa junto con Akira, dejando al pelinegro solo en la cocina.
—¿estas segura que debemos dejarlo solo? en su estado probablemente termine incendiando la cocina—dice Akira recibiendo un trapo en la cara—¡Madre!
—ten mas compasión por tu hermano, deberías sentirte feliz por el favor que te esta haciendo —Akira baja su mirada y hace un puchero mientras continua acomodando los platos en el comedor—es la primera vez que lo veo tan emocionado desde la muerte de Shinsou, debemos sentirnos feliz por el.
—lo se—continua sin dejar de preparar la mesa—ese chico... ¿no sientes que es por él que Sero ha comenzado a ser mas feliz? desde que lo conoció él ha cambiado y se ve mas brillante que nunca—agrega a susurros evitando a que cualquier palabras atravesara las paredes de la cocina y Sero pudiera escucharlas—en realidad creo que le gusta...
—probablemente—la madre no saca sus conclusiones rápido—aunque siento aun que tiene algo de miedo.
—¿miedo a que?
—ya sabes—la mujer se queda quieta y mira a Akira—la ultima vez que amo tanto a alguien este termino desapareciendo de su vida, creo que tiene miedo de amar a ese chico y que luego desaparezca como lo hizo Shinsou.
—ese mocoso...
—se comprensiva, querida ¿como te sentirías tu en la misma situación? —pregunta tomando asiento en la silla mientras que la hija imita su acción, no hay respuesta a la pregunta y esta solo queda volando en la habitación en un abrumador silencio—las personas medimos el dolor de formas diferentes, a algunos les duele menos y a otros les duele tanto que se rompen al pequeño tacto, no somos nadie para juzgar las emociones de las personas, lo único que podemos hacer es comprenderlas.
—¿crees que Hanta acepte quererlo?—pregunta con un tono decaído—ese chico vale la pena.
—quien sabe—suelta mientras libera un suspiro—solo podemos poner nuestra fe en ello y esperar.
