Lights: Donde la luna ilumina.

603 68 81
                                    

La noche de aquel día planto presencia ante los ojos del mundo, las estrellas a penas visibles sonreían a los ojos que las miraban y aliviaban el pesar de las personas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La noche de aquel día planto presencia ante los ojos del mundo, las estrellas a penas visibles sonreían a los ojos que las miraban y aliviaban el pesar de las personas. La luna con su belleza logra hacer que algunos se olviden de todos su problemas, buscaban consuelo y esta fue capaz de dárselas con un rayo de luz esperanzador. El trabajo de la luna era simple, iluminar el mundo por las noches para que no quedara en completa oscuridad, así mismo encaminaba a aquellos que andaban por ese sendero oscuro e iluminaba el propio camino.

El cafe estaba en completo silencio y solo se podían escuchar algunos murmuros. Las luces aun yacían prendidas, las mesas estaban perfectamente limpias y solo tenían sobre ellas las sillas, las cortinas se cerraron y las pantallas se apagaron, las maquinas se desenchufaron y la calefacción también. Los tazas y platos estaban en su lugar ordenados perfectamente al igual que los cubiertos y las servilletas, todo en la alacena estaba en orden y el inventario estaba listo, solo faltaba cerrar la puerta principal y todo habría terminado.

En el lugar solo quedaban Sero, Kaminari, Uraraka, Mina y Midoriya, eran ellos los que siempre se quedaban hasta tarde para asegurarse de que todo estuviera en orden. Esa noche notaron que todo estaba listo para poder marcharse, pero antes de irse dieron una ultima revisión para asegurarse de que todo el cafe estuviera cerrado. No había ni una puerta ni ventana abierta por lo tanto no había nada de que preocuparse.

Kaminari se quedo parado afuera de la tienda junto a puerta, esperando a Sero que había olvidado algo en la oficina y que ocuparía. Esa noche habían acordado ir a casa del pelinegro y Kaminari estaba nervioso por alguna extraña razón, desde que su relación había comenzado no había vuelto a pisar los suelos de esa casa y ahora se ponía nervioso.

Trago saliva cuando vio como Sero salía de la tienda y se despedía de Uraraka y Midoriya, después ambos chicos se dirigieron al estacionamiento donde estaba guardad el auto de Sero.

—a Uraraka le gusta Midoriya ¿no es así?—el pelinegro ríe ante el comentario—si te soy sincero, creo que ambos están saliendo.

—eso es imposible—negó Sero mientras abría la puerta del auto y entraba seguido por Kaminari.

—¿por qué? digo, ella es lo que Midoriya necesita, ambos hacen linda pareja ¿te imaginas como serian sus hijos?—el rubio insiste en su comentario sobre la pareja que ha formado.

—supongo que serian lindos—se limita ha decir mientras comienza a conducir—pero todo eso quedara en tu elocuente imaginación.

—¿de que hablas?

—bueno, a decir verdad, a Midoriya le gustan los chicos—el rubio no tiene mas poder decir—¿que ocurre? no te lo esperabas ¿verdad? yo tampoco—se rió del rubio.

—es que siempre dieron indices de que se gustaban, nunca pensé que en realidad a él le gustaban los chicos, ademas, siento que debo preocuparme mas por ti.

Lights | KamiSero | Kaminari Denki x Sero HantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora