Hay historias que nunca fueron contadas, que merecían ser relatadas. Hay historias que debieron tener un comienzo, que merecían tener una oportunidad. Hay historias que nunca debieron haber terminado, que merecían una eternidad.
Sero Hanta es un chi...
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Cuando el sol desapareció tras las montañas Sero y Kaminari emprendieron el camino de regreso a Tokyo. El camino fue tranquilo como lo fue en la ida. Sero pudo nota que el camino que el rubio estaba tomando no era en dirección a su departamento, era otro camino por el cual se cruzaba un puente que daba a una pequeña colina, las casas estaban pegadas las unas a las otras y las calles eran estrechas, en esa noche no había ni un alma caminando por el lugar.
La luz de los faro iluminaron el camino hasta dar con un pequeño edificio que parecía ser mas una casa. El chico estaciona la motocicleta y le pone sus cadenas para después ir hacia el portón principal y abrir la puerta. Sero siguió al rubio adentro de aquel edificio y subieron unas escaleras hasta dar con un pasillo largo, las paredes eran de un color amarillo claro que parecían estar hechas de papel, las puertas eran de madera oscura igual que los suelos.
Ambos caminaron hasta el fondo del pasillo, la puerta tenia escrito el nombre de Kaminari y el numero del departamento, este era el numero 7. Al abrir la puerta Sero pudo ver primeramente un sofá.
Algo inseguro, el pelinegro entra en la casa quitándose sus zapatos y dejándolos en la entrada, Kaminari tiene una sonrisa en su rostro mientras busca e interruptor de la luz.
—creo que la verdadera magia esta aquí—menciona mientras toma de la mano a Sero y lo invita a pasar mas adentro del departamento. Todo esta tan oscuro que Sero a penas puede ver donde pisa—espero que no salgas corriendo después de esto—se burlo el rubio.
Kaminari enciende la luz del departamento y lentamente miles de pequeñas luces iluminan todo el lugar. Sero observa las luces sobre el techo colgar como lianas mientras sostienen fotografias y pequeñas notas que llaman de inmediato su atención.
El pelinegro se acerca a cada tarjeta y mira el contenido dándose cuenta que cada una de esas hojas contiene un evento importante en la vida de Kaminari, las fotografías retratan cada uno de esos momentos que sin dudas brillan al igual que todas esas luces que le rodean. Sentia que estaba en el cielo acompañado de miles de estrellas. Su mirada se fija en una tarjeta que tiene la fecha del dia en que Sero y Kaminari se conocieron.
"Conocí al dueño de mi cafetería favorita y lo manche de grasa, me dio cafe gratis por una semana, se ve que es un buen tipo, pero tiene una actitud rara, quiero conocerlo mas"
Desde ese punto de partida, las tarjetas fueron mostrando eventos en el que Kaminari y Sero se encontraban, dándose cuenta que no todo era casualidad, la mayoría de veces era Kaminari quien iba hacia a él, algunas veces sin pensarlo. Caminando mas adentro pudo ver fotografías de él y notas que dejaba Kaminari diciendo lo que hicieron y cuando, mientras mas avanzaba los pensamientos sobre él se volvían mas complejos y se llenaban de mas sentimientos.
Sero se paro cuando vio una fotografía de Shinsou, al leer la nota y ver la letra de Kaminari escribiendo "Conocí a una increíble persona" hizo que casi rompiera en llanto. Desde que Kaminari conoció a Shinsou comprendió mucho el sentimiento de Sero ante su perdida, esto alimento mas su curiosidad hacia a él y que se hicieran mas cercanos, porque Kaminari quería que Sero fuera feliz, quería conocer la sonrisa que Shinsou vio una vez y lo había logrado. Sero siguió caminando mirando notas que tenían escritas frases sacadas de su libro, terminando con un memorable "Para: Shinsou, de: Sero".
