𝐿𝑒𝑡 𝑚𝑒 𝑏𝑎𝑐𝑘

I

Cuando era joven, mis padres eran muy unidos y felices, eso parecía. Pero no duraría mucho más tiempo.
Todo cambió el día que encontré aquella página, veía a viejos contando sus historias de sexo, pero no del "normal" eran hombres follando con hombres, ¿qué clase de mundo es ese?
Sin duda, comenzaba a investigar de eso, y noté que realmente me gustaba, pero, no había lo que yo quería.

[...]

Tiempo después, comencé a hacer lo mismo, pero, yo no tenía nada que contar, soy más virgen que nada, esto tenía que cambiar, pero, yo no quiero que me den nada, yo les quiero dar, con todo.

[...]

Las primeras noches que lo hice me asustaba, pero, era tanta satisfacción, que no quería detenerme, necesitaba más, hombres, mujeres, amigos o enemigos.
A todos los quiero para mi, rogándome que pare, hasta que se detienen, hasta que no hay más gritos, comienzan a sentirse más apretados, me envuelven más. Una gran satisfacción.

[...]

Era de mañana, desperté por el estúpido aparato sonando a un costado mío, debo ir a la escuela, la odio, pero si no voy, ¿dónde encontraría con quién experimentar?

Tomé una ducha, salí y comencé a cepillar mis dientes mientras gotas de agua caían por mi torso, me sequé rápidamente, me puse una playera blanca y jeans azules, un día normal y aburrido de escuela, bueno, si me encuentro a alguien en mi camino puede que ya no sea aburrido.
Una última mirada a mi reflejo y salí, tomé una manzana roja y la mastiqué, miré toda mi casa, sola y limpia, tal como me gusta, salí hacia la escuela con mi mochila solo sujetada por uno de mis hombros.
El frío me invadió, pero no iba a volver por una chaqueta, con la caminata se iba a pasar.
Cuando terminé aquella manzana la deposité en la basura, metí mi mano a un costado de la mochila y saqué un cigarrillo, lo encendí, el humo pasaba por mis pulmones, ese sabor, ah, no podía dejar de sentirme tan genial hoy.
Un día frío, que con cada ventisca que pasaba hacía que los vellos de mis brazos se pusieran de punta.
Me gusta mucho esa sensación.

Pero más me gustó llegar a el salón de clases y ver que habían chicas esperando por mi llegada, podría gustarme el sexo, podría gustarme follarme a todas y todos, pero, realmente escojo a mis víctimas, entre más distantes mejor, ¿para qué quiero a alguien que siempre está sobre de mi?
Ellas saben mi posición, aquí, en la escuela rumores van y vienen, que si me follé a una chica, que si lo hice con un chico, pff, ¿se sorprenden que follé con un hombre?, ¿lo han hecho?, ese estado tan estrecho en el que están, como envuelven tu miembro mientras se acostumbra a tu movimiento.
Es una delicia, pero las mujeres, tan húmedas, tan tersas, si pudiera cambiar algo de ellas, sería que gimieran grave, gimieran como un hombre.
Pero, me gusta.
Me senté en mi lugar, mientras todas volteaban a verme, murmurando, ¿ahora a quien me cojí según ellas?.
Estoy algo necesitado, hace unos días que no lo hago necesito tener algo con alguien, y sé quién me ayudará, estoy harto de ella.

- Hola Sana- le dije a la rubia que se ponía maquillaje en su tersa piel.

- Yo no estoy interesada en ser una de tus amigas, ChangBin - bajo su maquillaje, joder, ¿cómo es que es tan irritante?- busca a otra idiota que quiera ser otra más de tu montón de zorras.

- ¿No puedo saludar a alguien porque ya me lo quiero follar? - cuestioné alzando una ceja- Mira, si yo te quisiera- alcé mi mano y la puse sobre la mesa mostrándosela y señalando a la palma con mi dedo índice de la otra mano- aquí te tendría, comiendo de mi mano, o mi polla, lo que desees comer antes - me levanté y me dirigí a mi asiento, así no me vas a dejar Sana, ya te vi, ya me hartaste, ¿Cree que puede huir de mi? Te tendré, a ti, y me pedirás por más, y luego pedirás que me detenga, mientras te asfixio, callando tu estúpida voz, callando tus estúpidas risas de la clase, y ese día será hoy.

Comenzaron las clases, pero antes el profesor dió la presentación a unos nuevos compañeros, ellos eran extranjeros, a uno que parecía una mujer lo sentó a mi lado, el otro se fue al otro lado, al lado del menor de braquets.

- Un gusto, soy Lee Felix, aquí me llaman YongBok- dijo extendiendo su mano ante mi.

- Seo Changbin, siéntete en confianza conmigo cariño- dije guiñando un ojo, pude observar su sonrojo, parecía que no hablaba tan bien el idioma. Pero qué importa, eso no le quita lo bonito, creo que me divertiré con él, pero, mi objetivo hoy era aquella estúpida y escándalosa mujer preguntando en tono alto al otro chico que llegó con mi ahora compañero de butaca, ¿qué chingados te importa de dónde vienen?, pero hoy, hoy te callarás después de tanto tiempo. Oh cielos, y disfrutare hacerte callar.